Los 12 momentos que definieron el pontificado de Francisco

Desde su elección inesperada hasta sus gestos más simbólicos, el legado del primer Papa latinoamericano está marcado por hechos que cambiaron la Iglesia y sacudieron al mundo.

Los 12 momentos que definieron el pontificado de Francisco

Por: Federico Lemos

La elección del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio el 13 de marzo de 2013 marcó un punto de inflexión en la historia de la Iglesia Católica. Fue el primer Papa latinoamericano y el primero jesuita en ocupar el trono de Pedro. Desde el principio dejó en claro su estilo: eligió llamarse Francisco, en honor a San Francisco de Asís, símbolo de humildad y defensa de los pobres. El mundo entero presenció ese primer gesto desde el balcón del Vaticano, cuando se presentó como "el obispo de Roma", más que como líder supremo, iniciando un pontificado de cercanía, sobriedad y reforma.

Francisco rompió con la tradición desde su primer día. Renunció a vivir en el palacio apostólico y eligió la residencia de Santa Marta, donde compartía espacios con obispos y empleados. Desde allí empezó a gestar una reforma profunda de la curia romana, centrada en la transparencia económica y la sinodalidad eclesial, es decir, una Iglesia más horizontal, más participativa y más inclusiva.

Ver: Murió el Papa Francisco

Doce momentos que marcaron su legado

La elección de un nombre simbólico (2013)

Eligiendo el nombre Francisco, dejó claro su propósito: una Iglesia sencilla, pobre y comprometida con los últimos. Fue el primer Papa en adoptar ese nombre, inspirado por San Francisco de Asís.

Visita a Lampedusa (2013)

Su primer viaje apostólico fue a la isla italiana que recibía oleadas de migrantes africanos. Allí denunció la "globalización de la indiferencia", en un gesto que definió su opción preferencial por los descartados del sistema.

Exhortación "Evangelii Gaudium" (2013)

En este texto fundacional, Francisco planteó la necesidad de una Iglesia "en salida", misionera, que no se encierre en su autorreferencialidad. Se convirtió en la hoja de ruta de su papado.

Vigilia por la paz en Siria (2013)

Convocó al mundo a una jornada de oración contra la guerra en Siria. Fue un gesto audaz que logró frenar, al menos momentáneamente, una intervención militar internacional.

Encíclica "Laudato si'" (2015)

Su documento más influyente a nivel global. Allí, Francisco abordó la crisis climática con claridad moral y urgencia política, posicionando al Vaticano como actor clave en el debate ecológico.

Reforma de las finanzas del Vaticano (2014-2017)

Impulsó una modernización del sistema financiero vaticano y contrató auditorías externas. La resistencia interna no tardó en aparecer, pero sentó un precedente de control y transparencia.

Año de la Misericordia (2015-2016)

Declaró un Jubileo extraordinario para destacar el perdón como eje del cristianismo. Abrió las puertas de todas las iglesias del mundo para que los fieles volvieran a acercarse.

Encuentro histórico con el Patriarca ortodoxo Kirill (2016)

El primer encuentro entre líderes católicos y ortodoxos en casi mil años. Fue un gesto ecuménico que abrió una vía de diálogo con la Iglesia de Oriente.

Documento de Abu Dabi sobre la fraternidad humana (2019)

Junto al Gran Imán de Al-Azhar firmó una declaración conjunta por la paz y el diálogo interreligioso, un gesto de alcance civilizatorio.

Visita a Irak (2021)

En plena pandemia y pese a los riesgos, viajó a una de las zonas más peligrosas del mundo para visitar a las minorías cristianas perseguidas. Fue un mensaje de esperanza desde las ruinas.

Reforma del Derecho Canónico sobre abusos (2021)

Estableció protocolos más firmes contra los abusos sexuales dentro de la Iglesia. Dejó en claro que no se toleraría más el encubrimiento.

Encíclica "Fratelli tutti" (2020)

Un llamado a la fraternidad universal en tiempos de fragmentación. Criticó el populismo, el liberalismo sin alma y la idolatría del dinero, y llamó a construir "una política con caridad".

Un liderazgo global más allá del Vaticano

Francisco fue mucho más que el líder de la Iglesia Católica. Su voz resonó en cumbres internacionales, discursos en la ONU y mensajes al G20. Su papado encarnó un tipo de liderazgo moral que desbordó lo religioso. Supo combinar ternura con firmeza, humildad con claridad, silencio con presencia. Dialogó con todos: creyentes, ateos, líderes de otras religiones y hasta con quienes lo criticaban. Su capacidad para interpelar al mundo con gestos simples pero potentes lo convirtió en una figura de escala global.

También fue blanco de resistencias internas y externas. Ni los sectores más conservadores del catolicismo ni ciertas élites políticas globales vieron con buenos ojos su prédica sobre el medioambiente, los refugiados o la pobreza estructural. Aun así, el impacto de su pontificado  será estudiado durante generaciones.

Un testimonio espiritual y político

El papa Francisco no dejó sucesores ideológicos, pero sí una Iglesia más consciente de su misión. En sus 12 años de pontificado, reconfiguró el rol de Roma en la política mundial y sacó a la Iglesia de una etapa defensiva para llevarla a una presencia activa. No solo predicó el Evangelio: lo encarnó en cada acto, cada palabra y cada viaje. Fue un pastor que hablaba con acento argentino y que caminaba con los pies descalzos del pueblo.

Sus gestos no se limitaron a lo simbólico: generaron políticas, debates y cambios concretos. Francisco fue un Papa que no se dejó encorsetar por la tradición ni por las presiones. Y al mismo tiempo, fue profundamente fiel a la raíz de su fe. Por eso, sus 12 momentos más relevantes no son solo hechos aislados: son señales de un camino coherente, valiente y profundamente humano.