Video: quién es la monja que rompió el protocolo para despedir a Francisco

Ni los guardias suizos ni autoridades presentes se animaron a detener a la hermana. Se trata de Sor Geneviève Jeanningros de 81 años.

Video: quién es la monja que rompió el protocolo para despedir a Francisco

Editó: María Belén Godoy

 Durante el respetuoso funeral del papa Francisco una mujer de 81 años caminó hasta el féretro del sumo pontífice. Se trató de la monja Sor Geneviève Jeanningros, los guardias suizos no intentaron de detenerla. 

Según indicaba el protocolo, en primer lugar sólo podían acercarse al ataúd cardenales y obispos. Sin embargo, la religiosa se colocó al lado del cuerpo en silencio, se inclinó en oración y permaneció allí durante varios minutos. 

Ni las autoridades presentes ni la guardia suiza intentó interrumpirla y sacarla. 

Sor Geneviève Jeanningros estuvo allí, según los presentes indicaron que estaba con un sentimiento de gratitud y respeto por el sumo pontífice. Entre ellos tuvieron una relación muy cercana. Por lo cual no sólo lo consideraba un líder religioso sino también un compañero de lucha por la inclusión y la dignidad humana. 



La relación entre Sor Geneviève y el Papa Francisco


El Papa atento a las realidades sociales y humanas encontró en Sor Geneviève una aliada en su misión de acercarse a los más vulnerables. Sor Geneviève le mostró al sumo pontífice la realidad de los feriantes y de las personas transexuales que vivían al margen de la sociedad en las afueras de Roma.

Sor Geneviève, es sobrina de Léonie Duquet, una de las monjas secuestradas durante la última dictadura militar por Alfredo Astiz. Integrante de la orden de las Hermanitas de Jesús, dedicó más de 56 años de su vida a ayudar a las mujeres transexuales y los feriantes del barrio de Ostia, en la región del Lacio. 


El papa Francisco y la hermana Sor Geneviève Jeanningros


A lo largo de los años la monja fue un puente para facilitar encuentros entre el Papa con líderes de derechos humanos y con la comunidad de mujeres trans.  A lo que Francisco las recibió en varias ocasiones, las invitó a almorzar y también les brindó apoyo económico. 


Ver: La entrevista al Papa que sólo podía difundirse cuando muriese

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