El papa León XIV celebró su primera Navidad y condenó las guerras

El papa León XIV presidió su primera misa de Navidad en la Basílica de San Pedro ante miles de fieles, en una celebración que no se vivía desde 1994. Bajo una lluvia persistente, el Pontífice estadounidense centró su homilía en "la fragilidad humana y en la necesidad de romper la indiferencia ante el sufrimiento de los demás".

Durante su mensaje, León XIV también recordó a quienes viven en condiciones extremas, como los desplazados en Gaza, las personas sin hogar y los jóvenes obligados a tomar las armas en conflictos armados. Denunció las guerras que dejan "escombros y heridas abiertas" y subrayó que la paz comienza "cuando el dolor ajeno atraviesa nuestro corazón".

El Pontífice afirmó que la Navidad invita a reconocer y acoger la miseria humana: "La carne humana requiere cuidado, solicita acogida y reconocimiento", dijo, conectando el misterio de la Encarnación con la realidad de quienes no tienen voz ni dignidad en la actualidad.

León XIV llamó a la Iglesia a transformar los monólogos en diálogos de escucha, siguiendo el magisterio del Papa Francisco, y a actuar con ternura y solidaridad. "Habrá paz cuando nuestros monólogos se interrumpan y caigamos de rodillas ante la carne desnuda de los demás", enfatizó, poniendo de relieve la misión pastoral y misionera de la Iglesia.

Tras la misa, el Papa recorrió la Plaza de San Pedro en papamóvil, saludando a los fieles que, pese a la lluvia, celebraron con alegría este primer encuentro navideño con el nuevo Pontífice en el corazón de la cristiandad. 

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