¿El mundo se reconfigura? EEUU define poder y pone en jaque alianzas históricas

La reciente Estrategia de Seguridad Nacional 2025 difundida por Washington marca un vuelco profundo en su política exterior: la potencia cerrará filas sobre su hemisferio, redefine a China como "competidor" en vez de enemigo, y plantea que Europa debe asumir su propia defensa antes de 2027.

Para la administración de Donald Trump, este cambio representa un replanteo profundo del orden mundial heredado de posguerra -el más importante desde el colapso de la Unión Soviética-, con implicancias económicas, diplomáticas y militares globales.

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América Latina y el nuevo "corolario Monroe"

Según el documento, el foco principal será el hemisferio americano: EE. UU. retoma la lógica de la antigua Doctrina Monroe, lo que refuerza posibles intervenciones en seguridad, migración y narcotráfico.

La apuesta incluye dar menos peso global a conflictos fuera del continente, anteponer la autosuficiencia energética y económica, e intentar construir una nueva arquitectura comercial y financiera global en torno al dólar. 

Europa: desconcierto, bronca e incertidumbre

El texto lanza un mensaje contundente al Viejo Continente: Europa sería "civilizacionalmente declinante", vulnerable a migraciones masivas, pérdida demográfica y decadencia cultural. Esa postura generó una reacción inmediata y airada en la Unión Europea: políticos e instituciones denunciaron la injerencia y reevaluaron su vínculo con EE.UU.

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Asimismo, el documento sugiere que muchos de los éxitos acumulados por alianzas como OTAN serán reconsiderados, en favor de alianzas en el Indo-Pacífico para contrarrestar a China.

Riesgo de fragmentación global y cambio de eje

Este giro estratégico implica riesgos: basar alianzas en medidas ejecutivas más que leyes estables supone que un eventual cambio de gobierno en EE. UU. podría revertirlo todo.

Para el resto del mundo, especialmente en América Latina y Europa, significa adaptarse a una diplomacia norteamericana más pragmática y centrada -pero también más exigente-, donde estar cerca de Washington implica alineamientos políticos y estratégicos.