El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, encabezó este domingo el multitudinario funeral del activista conservador Charlie Kirk, asesinado el pasado 10 de septiembre en un campus universitario de Utah. El evento reunió a decenas de miles de personas y altos funcionarios de su administración, en un despliegue político y religioso que el mandatario convirtió en tributo y promesa de continuidad.
"Ahora es un mártir de la libertad de Estados Unidos", afirmó Trump al cerrar la ceremonia. "Sé que hablo en nombre de todos los aquí presentes cuando digo que ninguno de nosotros olvidará jamás a Charlie. Y tampoco lo hará la historia".
%uD83D%uDEA8%uD83C%uDDFA%uD83C%uDDF8 | Donald Trump repudió el asesinato de Charlie Kirk: "El asesinato de Charlie no fue solo un ataque contra un hombre o un movimiento, fue un ataque contra toda nuestra nación". pic.twitter.com/KOmJVN2FWY
El estadio, con capacidad para 63.400 personas, se llenó rápidamente de asistentes vestidos de rojo, blanco y azul, colores sugeridos por los organizadores. La seguridad fue extrema, con protocolos similares a los del Super Bowl, y los discursos se dieron tras un cristal antibalas.
El ambiente combinó música de rock cristiano, rezos y consignas políticas, transformando el recinto deportivo en un templo de fe y militancia. "Charlie veía la política como una vía de acceso a Jesús", señaló el reverendo Rob McCoy.
La viuda del activista, Erika Kirk, fue una de las voces más conmovedoras de la jornada. Entre lágrimas, anunció que asumirá el liderazgo de Turning Point, la organización que su marido fundó para movilizar a jóvenes conservadores.
"Mi marido, Charlie, quería salvar a jóvenes como el que le quitó la vida", dijo en alusión al presunto asesino, Tyler Robinson, de 22 años, acusado de homicidio y que podría enfrentar la pena de muerte. "Lo perdono", agregó, generando un largo aplauso.
El presidente Trump responsabilizó a la "izquierda radical" por la muerte de Kirk y prometió perseguir a organizaciones y donantes liberales. En los días posteriores al crimen, varias figuras públicas enfrentaron suspensiones o despidos por comentarios considerados ofensivos sobre el activista, lo que abrió un debate sobre la libertad de expresión y la Primera Enmienda.
"Por Charlie, recordaremos que es mejor mantenernos en pie defendiendo a Estados Unidos que morir de rodillas", dijo el vicepresidente JD Vance, mientras el secretario de Estado Marco Rubio y el secretario de Defensa Pete Hegseth destacaron la valentía de Kirk en los campus universitarios, donde se forjó su fama como figura del movimiento MAGA.
El subjefe de gabinete Stephen Miller fue más tajante: "No tienen ni idea del dragón que han despertado".
Aunque se retomó la difusión del escrutinio, con alrededor del 70% de los votos revisados, la diferencia entre Nasralla y Asfuri sigue siendo menos de un punto.