Aunque no detonaron, la policía calificó los artefactos como "viables".
Confirman que los atacantes de Sidney arrojaron cuatro explosivos
Una declaración policial preliminar difundida este lunes por un tribunal local de Australia confirmó que los atacantes arrojaron cuatro artefactos explosivos improvisados contra la multitud que celebraba la festividad judía de Janucá. Aunque ninguno llegó a detonar, la policía los calificó como "viables" y confirmó el hallazgo de un quinto explosivo en el vehículo utilizado para el ataque.
Los responsables fueron identificados como Naveed Akram, de 24 años, y su padre, Sajid Akram, de 50. Ambos actuaron de manera coordinada y con una motivación ideológica explícita, reforzada por la colocación de banderas del Estado Islámico (EI) en los parabrisas delantero y trasero del automóvil que estacionaron en Campbell Parade alrededor de las 18:50 del día del atentado.
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La acusación detalla que, una vez en el lugar, padre e hijo retiraron del vehículo tres armas de fuego y cuatro bombas caseras, entre ellas una descrita como "con forma de pelota de tenis". Luego avanzaron hacia un parque cercano a la playa, donde se concentraban cerca de mil personas, y abrieron fuego contra los asistentes al evento religioso.
El ataque dejó inicialmente 14 muertos en el lugar, incluido uno de los agresores, abatido por la policía. Otras dos víctimas fallecieron posteriormente en el hospital, entre ellas una niña de 10 años. Sajid Akram murió durante el operativo policial, mientras que su hijo Naveed sobrevivió con heridas de bala y fue trasladado este lunes a una cárcel, donde enfrenta 59 cargos, incluidos 15 por asesinato y uno por terrorismo.
Los documentos judiciales también revelan la existencia de videos encontrados en el teléfono de uno de los acusados. En esas grabaciones, los dos hombres aparecen sentados frente a una bandera del EI, recitan un pasaje del Corán y realizan declaraciones sobre su motivación para el denominado "ataque de Bondi". Según la policía, en el material expresan un rechazo explícito a los "sionistas".
La investigación indica además que ambos realizaron entrenamiento con armas de fuego en una zona rural, presuntamente en Nueva Gales del Sur, y que días antes del atentado hicieron un viaje de reconocimiento a la playa. La declaración policial describe escenas en las que se los observa disparando escopetas y desplazándose "de forma táctica", lo que refuerza la hipótesis de una planificación previa.
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