La 80ª Asamblea General de la ONU estuvo atravesada por el debate sobre el reconocimiento del Estado palestino y la guerra en Gaza. Cruces por las matanzas en Gaza, el papel de Hamás y la liberación de rehenes.
La situación de Palestina en el centro de la agenda de Naciones Unidas
La cuestión palestina volvió a dominar la escena internacional en la apertura de la 80ª Asamblea General de Naciones Unidas. Los discursos de los principales líderes dejaron en evidencia las divisiones sobre cómo encarar el conflicto que atraviesa la Franja de Gaza desde hace casi dos años.
Desde Italia, la primera ministra Giorgia Meloni afirmó que su país reconocería el Estado palestino solo si Hamás queda excluido de cualquier futuro gobierno y todos los rehenes son liberados. "La presión internacional debería estar sobre Hamás, no en Israel, porque ellos iniciaron la guerra", remarcó.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, fue uno de los más duros en sus críticas. Mostró imágenes de niños muertos y desnutridos en Gaza y definió la ofensiva israelí como "una invasión, un genocidio y una masacre de masas". Pidió un alto el fuego inmediato y reclamó que más países reconozcan a Palestina, siguiendo los pasos de Francia y el Reino Unido.
En la misma línea, el rey Abdalá II de Jordania acusó a la comunidad internacional de décadas de inacción. "¿Hasta cuándo seguiremos conformándonos con condenas sin acciones concretas?", preguntó ante la Asamblea. Subrayó que el reconocimiento del Estado palestino "no es una recompensa, sino un derecho indiscutible".
Estados Unidos adoptó una posición crítica frente a la ola de reconocimientos. El portavoz Mike Waltz aseguró que "se ha recompensado a Hamás" y reiteró que el grupo debe renunciar al terrorismo antes de cualquier negociación.
El presidente Donald Trump fue más tajante: "Reconocer al Estado palestino es un premio demasiado grande para los terroristas. Tenemos que recuperar a los rehenes", advirtió.
El secretario general de la ONU, António Guterres, abrió la sesión con un llamado a respetar el derecho internacional y alertó que "la magnitud de la muerte y la destrucción en Gaza supera a cualquier conflicto de la última década". Mientras tanto, la ofensiva israelí continuaba sobre el enclave, con al menos 18 muertos en las últimas horas.
Israel, por su parte, anunció que no participará en la reunión del Consejo de Seguridad dedicada a la situación en Gaza, debido a que coincide con la celebración del Rosh Hashaná, el año nuevo judío.
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