El pueblo entre cascadas que se volvió el favorito de los viajeros en el Norte

Rodeada de cerros, arroyos y tradiciones vivas, esta pequeña localidad ofrece una experiencia auténtica lejos del ruido urbano.

El pueblo entre cascadas que se volvió el favorito de los viajeros en el Norte

Por: Figueroa

En el corazón del norte argentino, entre cerros, cascadas y caminos rurales, se esconde un destino que cada vez más viajeros descubren con asombro: Villa Ojo de Agua, una localidad santiagueña que combina aventura, tranquilidad y tradición.

Ubicada al sur de Santiago del Estero, a unos 200 kilómetros de la capital provincial, Villa Ojo de Agua sorprende con un entorno natural donde los arroyos cristalinos, las formaciones rocosas y la vegetación autóctona dibujan postales únicas. El acceso es fácil: se llega por la Ruta Nacional 9, lo que la convierte en un punto estratégico entre Santiago y Córdoba.

Un refugio entre cerros y cascadas

El paisaje serrano que rodea al pueblo invita a caminatas, excursiones y momentos de descanso junto al sonido del agua. Uno de los rincones más visitados es Cisco Suazi, rodeado de cerros bajos y vegetación nativa, ideal para quienes buscan desconectarse por completo.

La Cascada del Cóndor Huasi es uno de los secretos naturales mejor guardados de la región.

Otro imperdible es el Arroyo Lascano, de aguas transparentes y corrientes suaves, perfecto para refrescarse o disfrutar de un picnic natural. En verano, se convierte en uno de los puntos preferidos de las familias locales.

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Pero sin duda, la gran protagonista es la Cascada del Cóndor Huasi, una caída de agua escondida entre rocas que deslumbra por su belleza. Desde su mirador, se pueden contemplar panorámicas espectaculares de los cerros y escuchar el eco del agua entre las piedras.

Tradición viva y aire de campo

Más allá de sus paisajes, Villa Ojo de Agua conserva una identidad cultural fuerte. En el paraje Cantamampa, todavía se pueden ver hornos de barro, artesanos trabajando el cuero y familias dedicadas al campo, en un entorno donde el tiempo parece haberse detenido.

El pueblo también resguarda parte de la historia santiagueña. En su centro, la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced, el Museo Municipal y la Plaza San Martín son paradas obligadas para conocer sus raíces.

Aventura y arqueología

Entre los lugares más curiosos está Inti Huasi, cuyo nombre significa "Casa del Sol" en quechua. Esta formación rocosa fue utilizada por pueblos originarios y hoy es uno de los sitios arqueológicos más interesantes de la región.

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Además, el embalse de Báez ofrece un entorno ideal para quienes disfrutan de la pesca o buscan relajarse rodeados de naturaleza. Con sus cerros y su espejo de agua, es una de las vistas más fotografiadas de la zona.

Un destino que lo tiene todo

Villa Ojo de Agua es el ejemplo perfecto de cómo un pequeño pueblo puede ofrecer grandes experiencias. Ya sea para quienes buscan aventura, historia o simplemente un lugar donde respirar aire puro, este rincón de Santiago del Estero se convirtió en un destino imperdible del norte argentino.

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