No todas las plantas se multiplican igual. El éxito del enraizado depende de la especie, el sustrato, la temperatura y el uso correcto de enraizantes.
Cómo enraizar tus plantas y multiplicarlas sin complicaciones
¿Querés que tu jardín se llene de vida sin gastar dinero en viveros? Existe un truco casero que permite multiplicar plantas a partir de tallos.
La técnica es sencilla: se elige un tallo sano, se entierra en el sustrato y, con los cuidados adecuados, se induce a que produzca raíces y se convierta en una nueva planta.
El ingeniero agrónomo Gustavo Manzor, desde Río Negro, explica que el éxito de este procedimiento depende de varios factores: la especie vegetal, el tipo de sustrato, el uso de enraizantes y la temperatura del ambiente.
No todas las plantas responden igual, pero muchas de jardín -herbáceas, arbustivas o incluso forestales- logran multiplicarse con esta práctica.
Entre las especies que mejor reaccionan están la lavanda, el romero, los rosales, la salvia, el olivo, la higuera, los sauces, los álamos y trepadoras como la madreselva.
La mejor época para enraizar es a finales de otoño y durante el invierno. Eso sí, hay que proteger las plantas del frío intenso: cubrirlas con nylon transparente o colocarlas en interiores con buena luz solar es una estrategia efectiva.
Por otro lado, también existe otro método en agua: colocar ramas de sauce en agua durante una semana. Estas generan raíces rápidamente y liberan hormonas naturales que, al compartir el agua con otros tallos, ayudan a que también desarrollen raíces.
En síntesis, enraizar es un proceso posible para muchas plantas de jardín, siempre que se considere la especie, se utilice un sustrato adecuado y se cuide la temperatura. Un recurso simple que puede transformar un rincón verde en un espacio lleno de vida nueva.
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