Cómo hacer tiramisú con pan dulce y sorprender en Año Nuevo

Una idea simple y creativa combina dos clásicos infaltables de las fiestas. Sin horno y con pocos ingredientes, este tiramisú con pan dulce promete robarse todas las miradas en la mesa.

Cómo hacer tiramisú con pan dulce y sorprender en Año Nuevo

Por: Figueroa

 Durante diciembre hay un protagonista que no falta en ninguna mesa argentina: el pan dulce. Clásico, cargado de tradición y presente en cada brindis, ahora suma una nueva versión que gana terreno en redes sociales y reuniones familiares: el tiramisú con pan dulce.

La propuesta combina dos sabores muy conocidos para crear un postre distinto, fácil de hacer y pensado especialmente para las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Sin técnicas complejas y con ingredientes accesibles, se presenta como una alternativa ideal para quienes buscan algo original sin pasar horas en la cocina.

Una idea simple, sin horno y con sabor festivo

Uno de los grandes atractivos de esta receta es su practicidad. No hace falta experiencia previa ni el uso del horno. Todo se prepara en pocos pasos y el resultado es un postre cremoso, fresco y con impronta festiva.

El pan dulce se transforma en la base de un tiramisú sin horno.

Además, es una opción útil para aprovechar el pan dulce que suele quedar de otras comidas o para lucirse con una versión diferente del clásico. Por eso, este tiramisú se perfila como uno de los hits del cierre de año en muchas casas.

Ingredientes necesarios

Para preparar este postre se necesita:

-1 pan dulce (con o sin frutas, a elección)

Ver: Tiramisú de castañas: una receta distinta, cremosa y con sabor a café

-1 lata de leche condensada

-1 pote de queso crema

-Esencia de vainilla

-Capuccino en polvo

-Agua caliente

-Cacao en polvo para espolvorear

La preparación se arma en capas y va directo a la heladera.

Paso a paso: cómo prepararlo

-Primero, se disuelven unas cucharadas de capuccino en polvo en agua caliente y se reserva.

Leer: Cómo hacer carlota de duraznos sin horno, paso a paso

-En un recipiente, se mezcla el queso crema, la leche condensada y un chorrito de esencia de vainilla hasta lograr una crema homogénea.

-Luego, se corta el pan dulce en rodajas y se arma una primera capa en una fuente.

-Se humedece bien con el café preparado y se cubre con una capa generosa de crema.

-El proceso se repite hasta terminar los ingredientes.

-Por último, se espolvorea cacao en polvo sobre la capa final y se lleva a la heladera para que tome consistencia.

El resultado es un postre que combina texturas suaves y sabores conocidos, ideal para cerrar la noche con algo distinto y sin complicaciones.

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