Es probable que hayas visto a tu abuela o a algún conocido colocar unos cuantos granos de arroz dentro del salero. Esta práctica, aunque parezca un simple truco casero, tiene una razón de ser muy útil y práctica.
El arroz actúa como un aliado silencioso para mantener la sal en óptimas condiciones, evitando que se apelmace y asegurando que fluya libremente cada vez que la necesites.
La principal razón para añadir arroz al salero es su capacidad de absorción de la humedad. La sal, por su naturaleza higroscópica, tiende a absorber la humedad del ambiente, lo que provoca que se aglomere y forme grumos. Estos grumos dificultan su uso, ya que impiden que la sal salga fácilmente del salero. Al colocar unos cuantos granos de arroz crudo en el salero, el arroz absorbe esa humedad en lugar de la sal, manteniendo la sal suelta y seca.
El tipo de arroz ideal para este propósito es el arroz crudo de grano entero. No es necesario utilizar una variedad especial o costosa; el arroz blanco común funciona perfectamente. La cantidad de arroz a utilizar dependerá del tamaño del salero y de la humedad del ambiente, pero generalmente unos pocos granos son suficientes. Es importante asegurarse de que el arroz esté crudo, ya que el arroz cocido podría añadir humedad al salero.
Para mantener la eficacia de este truco, es recomendable reemplazar el arroz cada cierto tiempo, especialmente si vives en un lugar con alta humedad. Puedes cambiar el arroz cada uno o dos meses, o cuando notes que los granos se han humedecido o apelmazado. Simplemente retira el arroz viejo y añade unos cuantos granos nuevos. Además, es importante asegurarse de que el salero esté bien cerrado para evitar que entre más humedad del ambiente.
En resumen, poner granos de arroz en el salero es una forma sencilla y efectiva de mantener la sal seca y suelta, evitando que se apelmace debido a la humedad. Este truco casero, transmitido de generación en generación, sigue siendo una solución práctica y económica para asegurar que tu sal esté siempre lista para usar. ¡Pruébalo y verás la diferencia!



