En medio de los paisajes cordilleranos de Mendoza, un puente peatonal recuerda el paso de Brad Pitt por la provincia. Fue construido para la película Siete años en el Tíbet y terminó convertido en una curiosa herencia del cine internacional.
El puente escondido que lleva el nombre de una figura de Hollywood
En el corazón del Parque Provincial Aconcagua se esconde una estructura con una historia poco común. Los lugareños la conocen como el "Puente Brad Pitt", un nombre que nació casi por accidente y quedó grabado en la memoria colectiva de los mendocinos y los andinistas que cada temporada recorren el camino hacia Confluencia, uno de los campamentos base del Aconcagua.
La historia se remonta a 1996, cuando la provincia se transformó en un set de filmación internacional. La producción de la película Siete años en el Tíbet, protagonizada por Brad Pitt, eligió la Quebrada del Durazno para recrear los paisajes del Himalaya. Entre los preparativos logísticos y las exigencias del rodaje, el equipo construyó un puente peatonal sobre un cauce de montaña para facilitar el traslado de cámaras, técnicos y actores.
Cuando las grabaciones terminaron, la estructura quedó en pie. Desde entonces, el puente pasó a formar parte del paisaje y de las rutas de los montañistas que atraviesan la zona rumbo al campamento base.
Con el tiempo, los guías y visitantes comenzaron a referirse a él como el "Puente Brad Pitt", una manera espontánea de mantener vivo el recuerdo de aquella visita hollywoodense. Hoy, quienes emprenden la caminata hacia la Confluencia suelen detenerse unos minutos para cruzarlo y tomarse fotos, sin saber que están pisando un fragmento de historia cinematográfica.
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Aunque el actor nunca participó de una inauguración formal, su paso por Mendoza dejó algo más que anécdotas. A más de dos décadas del estreno, el puente sigue siendo un símbolo curioso: una pequeña conexión entre la cordillera mendocina y el glamour del cine internacional.
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