Con ingredientes comunes y un uso versátil, esta mezcla natural es una gran opción frente a los limpiadores tradicionales.
Cáscaras de limón y bicarbonato: el truco de limpieza a prueba de todo
El uso de cáscaras de limón y bicarbonato de sodio se convirtió en uno de los trucos naturales más populares para la limpieza del hogar. En un contexto donde crece el interés por reducir productos químicos agresivos, esta mezcla simple y accesible gana terreno por su efectividad y facilidad de preparación.
La clave está en la combinación de dos ingredientes comunes. Las cáscaras de limón aportan ácido cítrico y aceites esenciales, conocidos por su capacidad para cortar la grasa, ayudar a eliminar bacterias y dejar un aroma fresco. El bicarbonato de sodio, en tanto, funciona como abrasivo suave, neutraliza olores y potencia la acción limpiadora.
Al mezclarse con agua, ambos ingredientes generan una reacción efervescente que facilita desprender la suciedad adherida, desinfectar superficies y combatir olores persistentes. Todo esto sin toxicidad y sin riesgos para hogares donde hay niños o mascotas.
El bicarbonato potencia la acción desengrasante y neutraliza olores.
¿Para qué sirve esta mezcla casera?
Por su versatilidad, este preparado natural se usa en distintas tareas domésticas. Entre los usos más frecuentes se destacan:
-Quitar grasa de cocina, hornallas y azulejos
-Limpiar microondas, heladeras y campanas extractoras
Ver: Adiós a la freidora de aire: el artefacto que cocina de 9 formas distintas
-Desinfectar mesadas y superficies de uso diario
-Eliminar olores fuertes en tachos de basura, tablas o esponjas
-Dar brillo a metales como acero inoxidable o cromados
-Aromatizar ambientes con perfume cítrico
Su capacidad para desengrasar y desodorizar lo posiciona como una alternativa natural frente a muchos limpiadores tradicionales.
Las cáscaras de limón aportan ácido cítrico y aroma natural a la limpieza.
Paso a paso: cómo preparar la mezcla de limón y bicarbonato
La preparación es sencilla y requiere pocos elementos:
-Cáscaras de dos o tres limones
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-Dos cucharadas de bicarbonato de sodio
-Agua tibia
Colocar las cáscaras en un frasco o bowl, agregar el bicarbonato y cubrir con agua. Mezclar suavemente para activar la efervescencia y dejar reposar al menos 30 minutos, para que los aceites del limón se integren al líquido. Luego, colar y guardar la solución en un atomizador para usarla como limpiador multiuso.



