Ciertas especies y estructuras vegetales generan microambientes húmedos y sombreados que favorecen a estos ácaros.
Qué plantas evitar para tener las garrapatas lejos de tu patio
Si querés reducir el riesgo de garrapatas en tu jardín, no todo vale. La evidencia científica y las guías de extensiones universitarias señalan que ciertas especies y estructuras vegetales generan microambientes húmedos y sombreados que favorecen a estos ácaros -o bien atraen a los animales que los transportan-, aumentando las posibilidades de que lleguen a tu casa. A continuación, un repaso de qué plantas y coberturas conviene evitar si tu objetivo principal es minimizar garrapatas.
Primero, el caso más documentado: el berberis japonés (Berberis thunbergii). Este arbusto invasor forma matorrales densos donde la humedad se retiene cerca del suelo, condiciones ideales para la supervivencia de garrapatas. Estudios y seguimientos de manejo muestran mayores densidades de garrapatas -incluidas infectadas con la bacteria de la enfermedad de Lyme- en áreas invadidas por barberry, y descensos notables cuando se elimina la planta. Si estás pensando en un seto "a prueba de todo", buscá alternativas nativas y dejá fuera al barberry.
Otro grupo a evitar son las madreselvas arbustivas invasoras (Lonicera spp.), muy usadas como ornamentales. Estas plantas no solo crean cobertura densa; también atraen a los ciervos, aumentando la abundancia de garrapatas en los sitios donde se instalan. Ensayos de remoción mostraron reducciones en el uso por ciervos y en la cantidad de garrapatas, lo que se traduce en menor riesgo para las personas. Si tu zona tiene tránsito de fauna silvestre, mejor no sumar Lonicera que potencie ese flujo.
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También es prudente evitar alfombras de cubresuelos densos y perennes cerca de zonas de uso como senderos, patios o juegos infantiles. Coberturas como pachysandra, hiedra (Hedera) o vinca/periwinkle (Vinca) ofrecen refugio fresco y húmedo para garrapatas y tránsito "invisible" para roedores, que son hospedadores clave. Programas de manejo de plagas advierten específicamente que estos cubresuelos pueden albergar garrapatas en bordes sombreados de jardines y edificios. Si ya los tenés, mantenelos muy recortados y alejados de áreas de alto tránsito humano.
Más allá de especies puntuales, evitá el diseño que reproduzca su hábitat favorito: rincones sombríos, húmedos, con pasto alto, maleza y mantillo de hojas junto a zonas donde te sentás o juegan niñas y niños. Las recomendaciones de salud pública son claras: mantener el césped corto, podar ramas bajas para que entre el sol, despejar bordes de muros o pilas de leña y crear "zonas libres de garrapatas" alrededor de las áreas de uso. Si necesitás una barrera, preferí franjas de piedra o astillas de madera bien secas entre el césped y sectores boscosos.



