Astroconsciencia. Qué nos depara en la semana del 16 al 22 de septiembre
Seguímos en revisión: ¿cómo venís con la abundancia?
Comenzamos la semana con un debate entre Venus directo en Leo y Júpiter retrogradando en Tauro. Este movimiento planetario ya se dió antes durante este año y este será su último encuentro. Así que la propuesta es ver cómo avanzamos en temas relacionados con autoestima, valoración personal, vincularidad y recursos. Júpiter es nuestro maestro interno, esa confianza que nos invita a expandirnos, así que vamos a sentir este movimiento como un debate filosófico interno entre las creencias y los deseos. Venus, como ya saben, representa esta energía femenina que nos invita al placer, a conectar con eso que disfrutamos y, al estar en Leo, nos habla de escuchar a nuestro corazón. Aquello que aún no terminamos de limpiar, volverá a aparecer, trayendo la oportunidad de reflexionar. Me estoy priorizando? Estoy siendo auténtico en mis vínculos? Me animo a confiar en mi potencial para alcanzar aquello que deseo?
La energía de Leo nos habla de ser protagonistas de nuestra expansión, de ser fieles a lo que nuestro corazón nos dice. Tauro por otra parte nos conecta con la materia, con los sentidos y placeres terrenales. Así que esta revisión también nos brinda el espacio para ver qué creencias sostenemos en relación al dinero, al cuerpo y a todo lo que tiene que ver con habitar desde el placer. Muchas veces, las ideas con respecto a estos temas suelen estar colmadas de un cierto halo de suciedad o de oscuridad. Ni hablar de lo que representa darle placer al cuerpo, que también está bombardeado por un millón de creencias limitantes y tabúes. Prestemos atención a confiar en nosotros mismos a la hora de permitirnos sentir la abundancia que acompaña un vínculo sano con la materia en todas sus formas (dinero, recursos, cuerpo). A nivel de relaciones, también podemos hacer registro consciente del lugar en el que nos ponemos, si estamos muy para afuera, demasiado atentos a los otros y poco conectados con nuestro interior. O por el contrario, si nos pusimos en modo demandante y queremos la atención permanente. A cuidarse de no entrar en la negación de la realidad que vivimos o en la exageración y los excesos.
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En contacto con la marea
El 19 de septiembre se perfecciona la oposición entre el Sol en Virgo y Neptuno en Piscis. Es decir, nuestro centro se enfrenta al caos de la hipersensibilidad, la percepción y el misticismo. Podemos sentir que la intuición se activa, aunque es muy probable que se sienta un agotamiento y ganas de distraerse. La energía pisciana se siente como una inundación y a veces no queremos ver por completo la realidad. Es una energía que nos pone a observar desde otro ángulo la realidad, cuanto es percepción y cuando es distorsión? Como la energía de Neptuno es un poco confusa, no es aconsejable tomar decisiones de largo plazo, sino más bien darnos tiempo para definir.
Este día puede traer cierta inestabilidad, también la sensación de que absorbemos todo lo que nos rodea y que podemos "ver" cosas, aunque no las veamos realmente. Puede ser un buen día para canalizar la información y las emociones a través de expresión artística. No comprometerse más de lo que se puede cumplir, ya que el cuerpo nos pedirá pausa.
Abrazando lo profundo
Unos días después, el 21 de septiembre, nuestro influencer Pluton se pone en contacto con el Sol. En esta oportunidad, es un encuentro amistoso donde vamos a entrar en nuestra profundidad e intensidad. Como la energía es armoniosa, lo que sea que nos llame la atención o nos atraiga vendrá acompañado de una fuerte pulsión para ir a buscarlo o investigarlo. Se siente como una fuerza poderosa que reacciona hacia eso que deseamos.
Claramente es un muy buen momento para comenzar con un viaje de introspección, un espacio terapéutico de sanación. Sentiremos ganas de hacer limpieza profunda, desintoxicarnos, sacarnos de encima aquello que no forma parte del proceso, que ya no suma. Es una oportunidad para hacer registro de nuestra influencia sobre los demás, el poder de lo que decimos y también de lo que no comunicamos. A abrazar este poder para sanar, para transformar y transmutar aquello que ya no nos sirve. Buena semana!
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