Rica en proteínas y fácil de preparar, esta receta ayuda a mantener la salud de huesos, articulaciones y piel, y se recomienda sobre las versiones azucaradas.
Gelatina sin sabor: una manera simple y económica de sumar colágeno
El colágeno cumple un papel fundamental en la salud: mantiene la firmeza y elasticidad de la piel, fortalece los huesos, protege las articulaciones y favorece la cicatrización de heridas. Sin embargo, su producción natural empieza a descender desde la juventud y, con el paso de los años, esa reducción se vuelve más notoria. A partir de los 40, el cuerpo fabrica hasta un 25% menos de colágeno que en la etapa adulta temprana.
Esa carencia no es un detalle menor: está asociada a enfermedades como la osteoporosis -muy frecuente en adultos mayores-, la artritis y, en casos poco comunes, la osteogénesis imperfecta, un trastorno genético caracterizado por huesos extremadamente frágiles. También se refleja en la piel, con la aparición de arrugas, pérdida de elasticidad y envejecimiento prematuro.
Para contrarrestar este proceso, la alimentación juega un rol clave. Una alternativa accesible es la gelatina sin sabor, elaborada a partir de tejidos conectivos de origen animal (huesos, piel y cartílagos), lo que la convierte en una fuente directa de colágeno hidrolizado al contener altas concentraciones de esta proteína.
Vale destacar que, durante su procesamiento, el colágeno se descompone en gelatina, conservando sus aminoácidos esenciales, especialmente la glicina y la prolina, que son fundamentales para la salud de la piel, las articulaciones y los huesos.
A diferencia de las versiones azucaradas, conserva sus beneficios nutricionales sin incorporar colorantes ni edulcorantes que pueden resultar inflamatorios.
El mejor momento del día para consumirla es por la mañana o después del almuerzo. Si es en el desayuno, esto permite que el cuerpo aproveche mejor sus nutrientes, ya que el metabolismo está más activo. En tanto que si se la incluye como postre en el almuerzo, favorece la digestión y contribuye a la regeneración de tejidos durante el resto del día.
Ingredientes (para 4 porciones)
*4 cucharadas de gelatina sin sabor.
*500ml de agua caliente.
*500ml de agua fría.
*Opcional: jugo natural, edulcorante o fruta picada.
Paso a paso
1) Hidratar la gelatina en 250ml de agua fría durante 5minutos.
2) Disolver la gelatina hidratada vertiéndola en 250ml de agua caliente e integrando bien.
3) Agregar 250ml de agua fría y opcionalmente endulzar o añadir puré o jugo de fruta.
4) Refrigerar por al menos 3horas o hasta que esté firme.
5) Servir fría o en porciones pequeñas diarias.
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Consejos para potenciar el aporte de colágeno
- Añadir yogur o kéfir para incrementar proteínas y probióticos.
- Utilizar gelatina casera hecha con huesos o piel de pollo, ricos en colágeno natural.
- Ingerir con una fuente de vitaminaC (por ejemplo, naranja) para mejorar la síntesis de colágeno.
¿Quiénes no deben consumirla?
Aquellos con alergia a la gelatina o sensibilidad a proteínas animales deben evitarla.
Asimismo deben tener precaución quienes padecen enfermedades renales o hepáticas, ya que un exceso de proteínas puede afectar estos órganos.
A su vez, las personas con fenilcetonuria, un trastorno metabólico poco común, deben evitar productos con colágeno hidrolizado.
¿A partir de qué edad es recomendable comer gelatina en colágeno?
Esta receta puede ser introducida en la alimentación infantil a partir de los 2 años, siempre que sea en porciones adecuadas y como parte de una dieta balanceada.
En un escenario donde los suplementos suelen ser costosos, la gelatina sin sabor se presenta como una alternativa simple y accesible para reforzar la ingesta de colágeno. Incluirla en la dieta diaria puede contribuir a la salud de huesos, articulaciones y piel, acompañando siempre una alimentación equilibrada y hábitos de vida saludables.
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