Cómo reutilizar el agua de cocción como fertilizante natural

Un recurso accesible y casero puede mejorar la calidad del suelo, prevenir plagas y alimentar plantas sin recurrir a productos químicos industriales.

Cómo reutilizar el agua de cocción como fertilizante natural

Por: Franco Cerroni

En tiempos donde todo aumenta, cuidar el jardín o las plantas del interior de la casa puede volverse costoso. Pero hay un recurso escondido en tu cocina que puede marcar la diferencia: el agua donde se hierven huevos. O sea, ese mismo líquido que que habitualmente se suele tirar sin pensar si está cargado de nutrientes esenciales para tus plantas.

Cada vez que se hierven huevos, la cáscara libera minerales que quedan contenidas en el agua. Según Iván Trugarden, especialista en cultivo sustentable, esta agua es rica en calcio, magnesio y potasio: tres aliados clave para un crecimiento sano.

Cáscaras de huevo: un recurso natural con múltiples beneficios para el suelo

Además del agua de cocción, las cáscaras de huevo también ofrecen un aporte significativo en jardinería y cultivo. Su composición -en un 96% a base de carbonato cálcico- las convierte en una fuente de nutrientes de liberación lenta, rica en calcio, magnesio, potasio y fósforo. De acuerdo con David Austin, especialista en horticultura del IFAS (Universidad de Florida), una cáscara puede aportar hasta 2.200 miligramos de calcio.

Su uso molido no solo enriquece el suelo, sino que también resulta útil para corregir la acidez del sustrato, elevando el pH y favoreciendo la absorción de otros nutrientes. Por otro lado, al aplicarlas en fragmentos, su superficie rugosa funciona como una barrera física contra plagas como caracoles y babosas, ayudando a evitar el empleo de pesticidas químicos.

El agua de cocción del huevo es rica en calcio, magnesio y potasio, las cuales aportan múltiples beneficios.

¿Qué nutrientes tiene y para qué sirven?

*Calcio: Fortalece los tallos, previene el amarilleo de las hojas y mejora la resistencia a enfermedades.

*Magnesio: Esencial para la fotosíntesis, le da ese verde intenso y permite un crecimiento más equilibrado.

*Potasio: Estimula la floración y hace que la planta sea más fuerte frente a plagas o cambios climáticos.

Además de estos macronutrientes, el agua de cocción también contiene trazas de proteínas y micronutrientes que enriquecen la tierra y alimentan a los microorganismos del suelo. Asimismo, de acuerdo a un análisis realizado por Jeff Gillman de Southern Living,  se sugiere que la infusión de cáscara de huevo puede aportar 4 miligramos de calcio y potasio.

Cómo usar este fertilizante casero para maximizar sus beneficios

Para aprovechar al máximo este recurso, es fundamental seguir algunas recomendaciones, según especialistas de Proyecto Cultivos Urbanos:

Para el agua de cocción (fertilizante líquido):

1) Dejar enfriar completamente el agua antes de usarla, ya que el calor puede dañar las raíces de tus plantas.

2) Evitar el uso de sal u otros condimentos, ya que son perjudiciales para la mayoría de las plantas.

3) Aplicarla directamente sobre la tierra, no sobre las hojas.La aplicación debe ser moderada, una o dos veces al mes es suficiente para no generar excesos. 

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Los nutrientes de las cáscaras de huevo son fundamentales para el crecimiento de las plantas.

Para las cáscaras de huevo (fertilizante sólido):

1) Lavar y secar las cáscaras a fondo para prevenir malos olores o la proliferación de microorganismos. Se pueden secarlas al sol o en un horno.

2) Triturar o moler las cáscaras hasta obtener fragmentos pequeños o un polvo fino. Cuanto más finas sean las partículas, más rápido estará disponible el calcio para las plantas, aunque las partículas más grandes liberarán calcio a más largo plazo. Se puede usar una licuadora, molcajete, mortero, o incluso golpearlas con un martillo.

3) Esparcir los fragmentos alrededor del tallo de las plantas o mezclarlos directamente con el sustrato en macetas para mejorar la calidad del suelo.

4) Si se utiliza la "harina de cáscara", la aplicación recomendada es añadir una o dos cucharaditas a la base de las plantas cada 40 días, seguido de un riego para facilitar su disolución.

5) Para un aporte rápido, se puede hervir cáscaras de tres huevos en 1.5 litros de agua durante cinco minutos; el líquido resultante es un fertilizante líquido para riegos urgentes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el calcio de las cáscaras molidas no estará disponible de inmediato para la planta, necesitando entre 3 y 6 meses para que la planta lo aproveche.

También vale resaltar que este tipo de fertilizante es especialmente útil para plantas que requieren un aporte equilibrado de minerales, como tomateras y pimientos (previene la podredumbre apical), plantas de interior como potus, filodendros y sansevierias, hortalizas de hoja verde como lechuga, espinaca y acelga, y plantas acidófilas como hortensias y azaleas, ya que ayuda a regular el pH del suelo.

Jardinería sustentable

Esta solución natural representa una alternativa económica y sustentable frente a los fertilizantes industriales. Su reutilización no solo promueve el crecimiento saludable de diversas especies vegetales, sino que también contribuye a una jardinería más consciente y amigable con el ambiente.  Además, da nuevo valor a los residuos de cocina, evitando el desperdicio y promoviendo un crecimiento más fuerte y saludable en huertas y plantas ornamentales.

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