Feng Shui en casa: por qué la luz natural puede cambiar tu energía

Según el Feng Shui, las ventanas son los "ojos del hogar". Su luz y su limpieza influyen directamente en el ánimo y la energía de quienes viven allí.

Feng Shui en casa: por qué la luz natural puede cambiar tu energía

Por: Figueroa

Las ventanas son mucho más que un detalle arquitectónico: según el Feng Shui, son los "ojos del hogar", por donde entra la luz, el aire y la energía vital. Su estado, su ubicación y hasta la forma en que las usamos pueden reflejar cómo nos sentimos por dentro.

Un espacio con cortinas cerradas o vidrios sucios puede estar mostrando miedo, encierro o falta de claridad emocional. En cambio, abrir las ventanas y dejar entrar el sol simboliza abrirse a la vida, renovar el ánimo y dejar fluir la energía positiva.

El Feng Shui enseña que el hogar es una extensión de quien lo habita, y las ventanas son su forma de respirar. Cuando ese flujo se bloquea, también se estanca la vitalidad. Por eso, la luz natural se considera una de las fuerzas más poderosas para activar el Chi, la energía que mantiene en equilibrio cuerpo y mente.

La energía que entra por la luz

La luz solar no solo transforma la atmósfera de un ambiente: también mejora la concentración, eleva el ánimo y renueva las emociones.
Por el contrario, los espacios oscuros o con poca ventilación pueden generar tristeza, cansancio o pensamientos repetitivos.

Las cortinas claras ayudan a dejar fluir la luz y aportan calma interior.

Una práctica simple pero efectiva es abrir las ventanas cada mañana, aunque sea unos minutos. Esto permite renovar el aire y liberar la energía estancada.

Ventanas limpias, mente clara

En el Feng Shui, las ventanas sucias o cubiertas representan una "visión nublada" de la vida. Mantenerlas limpias y despejadas no solo mejora la luminosidad, sino que también ayuda a ver con más claridad nuestras metas.

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Las cortinas también comunican emociones: las oscuras o pesadas pueden retener recuerdos o emociones del pasado. Las livianas y en tonos suaves permiten que la luz fluya y aportan calma interior.

Cada orientación tiene su energía

-Ventanas al Este: simbolizan nuevos comienzos y son ideales para dormitorios o espacios creativos.

-Ventanas al Oeste: su luz cálida favorece la introspección y la relajación.

-Ventanas al Sur: se asocian con el fuego y la expansión, perfectas para áreas sociales.

 La luz natural renueva la energía y mejora el ánimo, según el Feng Shui.

-Ventanas al Norte: invitan a la serenidad y la meditación.

Pequeños rituales para armonizar

El Feng Shui propone rituales simples para mantener la energía en movimiento:

-Agradecer cada mañana al abrir las ventanas, por la luz y el aire que entran.

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-Colocar plantas cerca de los marcos para filtrar la energía.

-Usar cristales o móviles colgantes que reflejen la luz y creen destellos de vitalidad.

Eso sí: se recomienda evitar ubicar la cama o el escritorio justo frente a una ventana sin protección, para que la energía personal no se "escape".

Cuidar las ventanas, mantenerlas limpias y abrirlas con conciencia no solo embellece el hogar: también armoniza la vida emocional. Porque cuando la luz fluye libremente, también lo hacen la claridad, la alegría y la prosperidad.

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