Un mayo invernal mete miedo. Así te podés cuidar y no congelarte.
Cómo mantener el cuerpo caliente con el frío
El invierno se está acercando con fuerza y las bajas temperaturas están comenzando a hacerse sentir en toda la región. Salir abrigado se transforme a veces en un verdadero trastorno.
Para combatir el frío y mantener el cuerpo caliente, te traemos algunos trucos caseros que podés aprovechar, inclusive estando dentro de tu casa para gastar menos.
Trucos caeros: elegir bien la ropa
Es la mejor manera de atrapar el calor corporal. Utiliza prendas de materiales transpirables como el algodón o la lana cerca de la piel, y agrega capas más gruesas y aislantes en el exterior.
No olvides cubrir bien las extremidades, como la cabeza, las manos y los pies, ya que son las zonas por donde se pierde más calor.
Elegí el calzado adecuado
Optá por botas impermeables y que aíslen del frío. Si vas a caminar en la nieve o sobre hielo, es importante que tengan un buen agarre para evitar resbalones.
Consumí alimentos y bebidas calientes
Sopas, caldos, infusiones y chocolate caliente son excelentes opciones para calentar el cuerpo desde adentro.
También puedes incluir en tu dieta frutos secos, semillas y otros alimentos ricos en calorías que te aporten energía para combatir el frío.
Mantenete activo
La actividad física te ayuda a generar calor corporal. Si hace demasiado frío para salir a la calle, puedes hacer ejercicio en casa. Bailar, hacer yoga o incluso subir y bajar las escaleras varias veces te ayudará a entrar en calor.
Protegé tu piel
Utiliza una crema hidratante para evitar que la piel se reseque y agriete con el frío. También es importante usar protector solar, ya que los rayos UV pueden dañar la piel incluso en invierno.
Cubrí la cabeza
Un gorro o una capucha te ayudará a evitar que se te escape el calor corporal por la cabeza.
Evitá el alcohol y la cafeína
Si bien pueden darte una sensación de calor temporal, en realidad hacen que tu cuerpo pierda calor más rápido.
Mantené tu hogar caliente
Asegúrate de que tu casa esté bien aislada y que las ventanas y puertas no tengan corrientes de aire. Puedes utilizar calefactores, estufas o chimeneas para mantener una temperatura agradable.



