Árbol de palta: cómo hacerlo crecer desde un carozo

Con pocos materiales y paciencia, podés convertir el carozo de una palta en una planta sana. Te contamos el paso a paso simple y sin vueltas.

Árbol de palta: cómo hacerlo crecer desde un carozo

Por: Figueroa

 Tener un árbol de palta en casa es más fácil de lo que parece. No hace falta comprar una planta: con el carozo de una palta que consumas y unos pocos materiales podés lograr que germine y crezca fuerte. Acá te explicamos el proceso paso a paso, en lenguaje claro y sin tecnicismos.

Materiales necesarios

-Una semilla de palta limpia, sin restos de pulpa.

-Tres escarbadientes.

-Un vaso con agua.

-Una maceta con tierra fértil para el trasplante.

Paso a paso simple

-Prepará la semilla. Lávala con cuidado para quitar restos de pulpa.

El carozo debe ser limpiado antes de usarlo.

-Insertá los escarbadientes. Colocá tres escarbadientes alrededor del carozo y apoyalo sobre el borde del vaso; la parte más ancha debe quedar hacia abajo.

-Agregá agua. Llená el vaso hasta cubrir la mitad inferior de la semilla.

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-Buscá luz natural. Dejá el vaso en un lugar con buena luz natural, pero sin sol directo todo el día.

-Cambiá el agua regularmente. Renová el agua cada pocos días para evitar hongos o malos olores.

-Esperá raíces y brote. En tres o cuatro semanas suelen aparecer raíces y un pequeño tallo.

-Trasplante. Cuando el tallo mida unos 15 cm, trasplantá la planta a una maceta con tierra húmeda.

-Cuidados básicos. Riego regular y buena luz son suficientes en los inicios para que la planta crezca firme y verde.

Consejos prácticos

-La paciencia es clave: la germinación puede tardar varias semanas.

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-Mantener la semilla limpia y el agua renovada ayuda a evitar problemas.

-Trasplantar cuando el tallo esté cerca de los 15 cm facilita que la planta se adapte a la tierra.

Con cuidados básicos -riego regular y buena luz- la planta seguirá creciendo en su maceta. Si querés que se transforme en un árbol más grande, en el futuro habrá que considerar trasplantes a macetas mayores o al suelo; esas decisiones dependen del espacio y el clima donde vivas, así como de tus objetivos de cultivo.

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