Potus: el abono casero que necesitás para que crezca mejor

El potus es una de las plantas más elegidas por su resistencia, pero un pequeño truco casero puede mejorar su color y su crecimiento. Un método simple y accesible para mantenerlo sano todo el año.

Potus: el abono casero que necesitás para que crezca mejor

Por: Figueroa

 El potus es una planta clásica en muchos hogares: resistente, adaptable y capaz de darle vida a cualquier rincón. Pero incluso esta especie tan noble puede necesitar un refuerzo para crecer con más fuerza y mostrar un verde intenso. La buena noticia es que existe un abono casero fácil de preparar, económico y muy efectivo.

Además de su función decorativa, el potus es valorado porque ayuda a mejorar la calidad del aire interior. Filtra impurezas y aporta frescura, lo que lo convierte en un aliado ideal para departamentos y espacios cerrados. Por eso, mantenerlo sano y bien nutrido es clave.

El truco casero para un potus más fuerte

Aunque el potus necesita poca atención, hay momentos en los que su crecimiento se frena o pierde color. En esos casos, sumar nutrientes puede marcar la diferencia. Dos métodos caseros muy utilizados son los siguientes:

Cáscara de huevo

Aporta calcio, un mineral importante para un crecimiento equilibrado. Solo hay que triturar la cáscara y mezclarla con la tierra para que libere sus nutrientes de manera gradual.

La cáscara de huevo aporta calcio para fortalecer la planta.

Agua de arroz

Después de hervir arroz, se deja enfriar el agua y se usa para regar la planta. Este líquido contiene componentes que pueden ayudar a que el potus crezca con más vigor.

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Estas opciones son simples, no requieren gasto extra y pueden incorporarse sin modificar la rutina de riego.

El agua de arroz es un fertilizante natural fácil de preparar.

Cómo multiplicar un potus sin complicaciones

El potus no suele florecer, pero puede reproducirse fácilmente mediante esquejes. Para hacerlo, es importante cortar un tallo de al menos 10 centímetros justo por encima de un nudo, ya que allí aparecerán las nuevas raíces. El corte debe hacerse con herramientas limpias para evitar problemas de hongos.

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Después del corte, se coloca el tallo en un frasco con agua hasta que broten las raíces. Luego puede trasplantarse a tierra o mantenerse en agua, según la preferencia de cada persona. Al pasar a una maceta, conviene que el sustrato sea rico en nutrientes y que el trasplante sea rápido para no dañar las raíces nuevas.

Si el potus crece mucho, puede quedar apretado en la maceta. En ese caso, se recomienda trasplantarlo cada dos o tres años, preferentemente en primavera.

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