Este árbol se destaca por su floración vibrante y su capacidad para adaptarse a distintos climas.
Cómo cultivar el crespón, el árbol que llena de color el mes de enero
El crespón, también conocido como árbol de Júpiter o Lagerstroemia indica, se destaca como una de las especies más apreciadas por su vibrante floración que comienza en enero. Este árbol ornamental ofrece una explosión de colores con flores que van desde el fucsia hasta el blanco, embelleciendo las calles y plazas.
Originario del Himalaya y extendido por Asia, el crespón fue introducido en Europa y América en el siglo XVIII. En la actualidad, provincias como Buenos Aires cuenta con más de 10.500 ejemplares que se caracterizan por su corteza con tonos amarillos y naranjas y sus hojas verde oscuro que cambian a tonalidades otoñales como el rojo y púrpura.
Este árbol rústico se adapta a diferentes climas, soportando tanto el frío como el calor intenso, pero para asegurar un buen desarrollo es importante ubicarlo en lugares soleados o semisombra en zonas muy calurosas. Además, requiere riegos regulares, especialmente durante sus primeros años, y un suelo ligeramente ácido para favorecer su crecimiento y floración.
Sus flores crecen en racimos que recuerdan a uvas y son muy valoradas tanto para decorar espacios exteriores como para uso ornamental en interiores. Debido a su fácil mantenimiento y belleza, el crespón se ha convertido en una elección popular para quienes desean dar color y vida a sus jardines y calles.
Con cuidados adecuados, este árbol no solo aporta un atractivo visual único, sino que también resiste condiciones adversas, consolidándose como una especie clave en diversos paisajes urbanos.
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