Se planta en primavera, florece en verano y llena de color cualquier espacio. Además, perfuma el ambiente y atrae mariposas y abejas sin necesidad de grandes cuidados.
La planta que transforma tu jardín en verano y atrae mariposas sin esfuerzo
Si estás pensando en renovar tu jardín, hay una planta que nunca falla: la lavanda. Plantada en primavera, empieza a florecer en los meses más calurosos y logra un doble efecto irresistible: perfuma con su aroma fresco y atrae a mariposas y abejas que dan vida al espacio.
Lo mejor es que no requiere grandes cuidados. Con sol pleno y un riego moderado, esta planta resiste bien el calor del verano argentino y regala un paisaje lleno de tonos violetas.
Puede crecer tanto en macetas como directamente en la tierra, lo que la convierte en una opción ideal para balcones, patios o jardines amplios.
Entre sus principales beneficios se destacan su fragancia relajante, la resistencia de sus flores y su aporte a la biodiversidad al atraer polinizadores. Por eso, muchos la consideran una aliada perfecta para quienes buscan un jardín vistoso sin demasiado trabajo.
El momento justo para sembrarla es a fines de septiembre o en octubre, cuando las temperaturas empiezan a subir. De esa forma, en diciembre y enero la lavanda ya empieza a desplegar sus flores, acompañada por mariposas que llegan atraídas por el néctar.
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