No hace falta patio ni experiencia previa: con recipientes reciclados y tierra fértil se pueden cultivar hojas verdes y legumbres que crecen rápido y resisten el frío.
Cómo armar tu huerta de invierno y cosechar en solo dos meses
Con macetas, cajones o botellas recicladas es posible cultivar rúcula, lechuga, rabanitos y espinaca en espacios reducidos. Expertos explican cómo empezar y cuáles son las claves para que prospere.
En los últimos años, la huerta urbana dejó de ser un pasatiempo exclusivo de quienes tenían casas con patio y pasó a instalarse en balcones, terrazas y hasta cocinas de departamentos. La tendencia, que crece en las principales ciudades argentinas, se intensifica durante los meses fríos del invierno gracias a la facilidad de cultivar hojas verdes y legumbres que no requieren grandes cuidados.
La especialista en huertas Vale Churba explicó que no se necesita un terreno enorme para lograr buenos resultados. "Las dos más rápidas de la huerta son la rúcula y el rabanito: a los pocos días de sembrarlos ya brotan y, en menos de 45 días, se pueden cosechar. La lechuga, en cambio, está lista a los 60 días", detalló en diálogo con Infobae Deco.
La experta también destaca que el diseño de la huerta debe estar alineada a las condiciones de luz y explica cómo hay que distribuir los cultivos de acuerdo a la exposición solar: "en los sectores más soleados ubica brócolis, tomates y chauchas durante el verano, mientras que en las áreas sombrías predominan las hojas verdes, que toleran mejor la falta de sol en invierno".
Por otra parte, Churba tiró abajo el mito de que se necesita algún tipo de ayuda profesional para aquellos que se inician, por lo que aconseja comenzar con un buen sustrato, elaborado con compost propio o comprado, y también entre elegir el tipo de siembra: con semillas o trasplantando platines. Segun remarcó la especialista, todo esto depende del nivel de experiencia y confianza. "Si les divierte el desafío de sembrar, espectacular. Si no, empezar con plantines está bien también", recomendó.
Todo lo que necesitás saber para armar tu huerta de invierno
En este sentido, Churba puntualizó cuáles son todas las claves y los secretos para aquellos que deseen armar exitosamente su propia huerta durante las épocas del invierno, para lograr cosechar legumbres y verduras en tan solo 60 días. Estas son las siguientes:
*Elegir bien el lugar: Un rincón con sol es esencial, ideal si recibe unas seis horas de luz directa al día, de preferencia con orientación noreste. Ubicar primero los cultivos más bajos para que no hagan sombra a los de atrás.
*El recipiente importa: Usar macetas, cajones, botellas o cualquier recipiente con agujeros en la base. Las verduras de hoja crecen bien con solo 10 cm de profundidad; los cultivos más grandes pueden necesitar hasta 30 o 40 cm.
*La tierra, siempre fértil: Usar tierra suelta y aireada, mezclada con compost o sustrato y algo de arena. Si ya se tenían macetas en uso, sacar las raíces viejas antes de sumar plantas nuevas.
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*Qué sembrar este invierno (listos en 60 días):
- Lechuga.
- Acelga.
- Rúcula.
- Escarola.
- Rabanito.
- Espinaca.
- Chaucha.
*Huerta chica, variedades rendidoras: En espacios reducidos, apostar a las hojas y pequeños frutos; vas a cosechar rápido y usar cada rincón.
*Cómo plantar: Hay dos caminos. Se puede hacer almácigos (siembra indirecta) en vasos o semilleros, para después trasplantar. O sembrar directo en tierra, ideal para semillas grandes y hortalizas que no toleran trasplante.
*Combinar cultivos: Asociar verduras con aromáticas para aprovechar espacio y cuidar entre ellas contra plagas y enfermedades. Si tus plantas necesitan riego y nutrientes similares, mejor.
*Seguir rotando: No plantar siempre lo mismo en un mismo lugar. Cambiar de familia de hortalizas cada temporada para que el suelo no se agote ni enferme.
*El riego, siempre a la mañana: Así se ahorrará agua y se evitarán hongos. En invierno, moderar la cantidad y tocar la tierra antes de volver a regar.
*Cosechar seguido: En hojas, siempre arrancar por las más externas. En frutos, cosechar apenas maduren, así la planta sigue produciendo.
*Mantener tu huerta todo el año: Revisar seguido, controlar plagas y agregar compost o abono natural cuando haga falta. Así, tu huerta aguanta y rinde.
Más allá de lo culinario, el fenómeno también se explica por motivos económicos y emocionales. Con la suba de precios de frutas y verduras, producir parte de los alimentos en casa se vuelve un alivio para muchas familias. Además, el contacto con la naturaleza contribuye a reducir el estrés y a mejorar la salud mental, según diferentes estudios internacionales.
Hoy, la huerta urbana ya no es un hobby pasajero, sino un hábito en crecimiento que combina ahorro, salud y conciencia ambiental. Y lo mejor es que, con apenas un balcón soleado, en dos meses cualquiera puede disfrutar de ensaladas con productos propios.
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