Aunque parece un vegetal sencillo, elegir el momento correcto del año para plantarla es clave.
En qué momento del año conviene plantar cebolla en tu jardín
La cebolla es uno de los cultivos más tradicionales en la huerta familiar y su siembra requiere de una planificación adecuada para asegurar buenos resultados. Aunque parece un vegetal sencillo, elegir el momento correcto del año para plantarla es determinante si se busca obtener bulbos de buen tamaño y sabor. La época de siembra varía según la variedad y el clima de cada región, pero en general existen pautas que orientan al horticultor doméstico para lograr una cosecha exitosa.
En climas templados, la mejor época para sembrar cebolla suele ser a fines del invierno o al inicio de la primavera, cuando el suelo comienza a calentarse y las heladas ya no representan un riesgo. En esta etapa, las semillas pueden germinar con mayor facilidad y las plántulas desarrollarse de manera uniforme. Sin embargo, también existe la posibilidad de sembrar en otoño, especialmente en zonas donde los inviernos no son demasiado severos, ya que las plantas resisten temperaturas bajas moderadas.
Una de las particularidades de la cebolla es que se adapta tanto a la siembra directa en la tierra como a la producción en almácigos. Muchos aficionados prefieren iniciar el cultivo en bandejas o macetas bajo resguardo, para luego trasplantar cuando las condiciones sean más estables. Este método asegura un mejor control del crecimiento inicial y permite adelantar la producción antes de que llegue la temporada más propicia.
La cantidad de horas de luz solar también influye en el desarrollo de la cebolla, ya que el bulbo se forma con mayor éxito cuando los días se alargan. Por eso, es recomendable planificar la siembra de acuerdo con el calendario solar de cada región, teniendo en cuenta que la planta necesita suelos sueltos, bien drenados y ricos en materia orgánica. Una ubicación soleada y un riego equilibrado favorecen no solo el crecimiento, sino también el sabor característico del cultivo.
Planificar la siembra de cebolla en el momento adecuado del año permite aprovechar al máximo su ciclo natural y obtener una cosecha abundante hacia finales del verano o comienzos del otoño siguiente. Con cuidados simples, como mantener el suelo libre de malezas y evitar el exceso de agua, este cultivo se convierte en una opción confiable para quienes buscan sumar alimentos frescos y saludables a su mesa desde el propio jardín.



