Son refugios coloniales levantados en la alta montaña para dar resguardo a quienes cruzaban la Cordillera. Hoy permanecen como un símbolo del pasado histórico de Mendoza.
Las ex postas del correo real que yacen junto al último pueblo antes de Chile
En plena Cordillera de los Andes, muy cerca de Las Cuevas, la última localidad argentina antes del cruce a Chile, se mantienen en pie unas construcciones que conectan directamente con el pasado colonial: las Casuchas del Rey. Son los primeros refugios de alta montaña construidos en territorio argentino y formaban parte del sistema de postas del correo real.
Estas estructuras fueron levantadas entre 1765 y 1770 con un objetivo claro: dar resguardo a mensajeros y viajeros que cruzaban la montaña bajo condiciones extremas. El proyecto fue impulsado por Ambrosio O'Higgins, entonces gobernador colonial y padre del prócer chileno Bernardo O'Higgins.
Las casuchas se distribuyeron en puntos estratégicos de la ruta cordillerana: Los Puquios, Paramillos de las Cuevas y Las Cuevas. Su diseño estuvo a cargo de ingenieros militares españoles y se construyeron con ladrillos cocidos traídos desde Chile, techos abovedados y plataformas elevadas pensadas para evitar el ingreso de nieve durante el invierno.
Casucha del Rey en Las Cuevas, la mejor conservada del sistema colonial.
Además de ofrecer resguardo, los refugios funcionaban como puntos de abastecimiento básico. Allí se almacenaban víveres como galletas, charqui, yerba y leña, insumos esenciales para soportar tormentas, cierres de paso o largas esperas en la montaña.
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En la actualidad, la casucha ubicada en Las Cuevas es la mejor conservada, mientras que las de Puquios y Paramillos muestran distintos grados de deterioro. Aunque fueron declaradas Monumento Histórico Nacional en 1973, el paso del tiempo y la falta de tareas constantes de conservación han dejado huellas visibles en estas construcciones.
Investigadores y senderistas que recorren la zona vienen advirtiendo sobre la necesidad de proteger este patrimonio, especialmente por los hallazgos arqueológicos vinculados al período colonial que se registraron en el área.
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Hoy, a pocos kilómetros de la frontera con Chile, estas antiguas postas permanecen como testigos silenciosos de una época en la que cruzar la Cordillera era una verdadera travesía y el correo real necesitaba refugios para sobrevivir al clima más extremo del país.
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