Si bien mantener el estado de una campera de cuero es simple, es necesario saber cómo lavarlas si no queremos arruinar su textura o color.
Lo primero que hay que saber es que no es recomendable lavar una campera de cuero en el lavarropas, ya que son muy propensas a sufrir cambios dentro de la máquina, como encogerse, deformarse o agrietarse.
Casi todas las camperas tienen una etiqueta de lavado, planchado y secado, que nos mostrará exactamente la forma y temperaturas de lavado que necesita dicha prenda. Además, te permitirá conocer el tipo de cuero del cual está confeccionada la campera.
Si el cuero sintético, este tiende a pelarse con el paso de los años mientras que el cuero de origen animal perdura y mejora con el tiempo.
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Cómo limpiar tu campera de cuero de forma fácil y correcta:
Limpiar el forro interno
Lo primero que debes hacer es limpiar el forro de tu campera de cuero. Para ello, en un bol mezcla agua tibia y jabón de mano para prendas delicadas. También puedes sustituir el jabón por una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre blanco.
Luego, sumerge un cepillo de cerdas suaves o paño limpio, escurre para quitar el exceso de líquido y frota suavemente sobre las zonas con manchas y en las zonas de las axilas y el cuello.
Limpiar el cuero con agua y jabón
Para limpiar la parte externa de la chaqueta, habrá que recurrir a una mezcla de agua tibia y jabón pH neutro, mejor si es especial para tejidos delicados. Luego, habrá que sumergir un trapo de microfibra o cualquier otro que no suelte pelusas, escurrir bien y pasarla por todo el cuero. Es necesario hacer el movimiento de arriba hacia abajo. Es importante que el trapo solo esté humedecido para no exponer al cuero a un exceso de agua y humedad.
Enjuagá con un paño seco
Cuando hayas terminado con el enjabonado y consideres suficiente, pasa al enjuagado de la campera. Para ello, utiliza otra esponja o trapo humedecido con agua limpia y andá retirando todos los restos del jabón hasta que esté completamente enjuagado.
Recuerda que el trapo o la esponja debe estar un poco húmeda, (no empapada), para evitar un exceso de humedad en la chaqueta.
Sécala al aire libre y con percha
El penúltimo paso es secar la campera de cuero para evitar que adquiera humedad y malos olores, además de que así evitamos que el material se deteriore con el tiempo. Para ello, utiliza un trapo o toalla de baño seca y pásala por la chaqueta suavemente hasta quitar todos los restos de agua.
Luego, lo ideal es colgarla en una percha y colocarla en un lugar al aire libre donde no le dé el sol.
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