Reconocida como Monumento Histórico Nacional, es un multiespacio cultural que conserva innovaciones únicas en la industria del vino y un patrimonio artístico en Mendoza.
La bodega mendocina que transporta al antiguo Egipto y combina arte y cultura
Con su imponente arquitectura inspirada en el antiguo Egipto, la histórica Bodega Faraón de General Alvear se consolidó como uno de los espacios culturales y turísticos más singulares de Mendoza.
Declarada Patrimonio Histórico Cultural Provincial en 2006 y Monumento Histórico Nacional en 2019, esta bodega combina innovación vitivinícola, legado artístico y un valor simbólico que la convierte en un hito para la región y para el país.
Más allá de su reconocimiento patrimonial, la bodega continúa en plena actividad como multiespacio cultural, donde ofrece visitas guiadas, eventos artísticos y experiencias que acercan al público a la historia de la vinificación en Argentina.
Además, la naturaleza se sumó al atractivo: una familia de jotes cabeza negra eligió las torres de vinificación continua para anidar, aportando un componente ambiental que destaca el equilibrio del ecosistema local.
Un laboratorio de innovación vitivinícola
Fundada por el ingeniero Víctor M. Cremaschi, la bodega fue pionera en sistemas de elaboración que marcaron un antes y un después en la industria. Entre sus avances se destacan las piletas cónicas, los fermentadores continuos y el mayor logro: el sistema de vinificación continua, creado y patentado mundialmente en 1948. Esta estructura -una cuba de 380.000 litros- revolucionó los métodos de producción y aún hoy inspira procesos tecnificados en bodegas de todo el mundo.
Antes de ese desarrollo, Cremaschi ya había innovado con un sistema de descube automático en 1941, compuesto por 28 piletas aéreas troncocónicas que mejoraban la limpieza y eficiencia del proceso.
Un espacio donde el arte dialoga con la historia
La estética faraónica no es casual. Cremaschi quiso que su bodega narrara la historia del vino desde sus raíces más antiguas, por lo que convocó a reconocidos artistas para intervenir el espacio. En 1952, el escultor Mariano Pagés creó una monumental figura inspirada en Ramsés II, cuyo rostro reproduce el del propio Cremaschi.
A ello se suma un fresco del prestigioso artista Carlos Alonso, una obra de realismo social única en Mendoza que aún puede apreciarse dentro del edificio.
En la actualidad la Bodega Faraón se mantiene como un puente entre pasado y presente: un lugar donde la historia vitivinícola, la innovación técnica, el arte y la identidad mendocina conviven bajo la mirada eterna de un faraón que nació en el corazón del sur provincial.
Quienes deseen realizar un recorrido por el lugar deben comunicarse con el área de turismo de la municipalidad de General Alvear.
Ver: El pueblo colonial que transporta en el tiempo: calles empedradas y casas antiguas



