Albóndigas de calabaza y ricotta al horno: una receta nutritiva y llena de sabor

Con ingredientes simples y saludables, esta preparación combina el dulzor de la calabaza con la cremosidad de la ricotta en un plato liviano, nutritivo y lleno de sabor.

Albóndigas de calabaza y ricotta al horno: una receta nutritiva y llena de sabor

Editó: Martín Arrojo

Las albóndigas de calabaza y ricotta al horno se ganaron un lugar en la cocina de otoño por su sabor delicado, su textura cremosa y su simpleza. Esta receta, ideal para quienes buscan una opción vegetariana y sin frituras, aprovecha al máximo los ingredientes de temporada y ofrece una alternativa sabrosa y saludable para compartir en familia.

Para prepararlas, se debe cocinar la calabaza cortada en cubos, ya sea al vapor o hervida, hasta que quede bien tierna. Luego, se la tritura y se deja escurrir para eliminar el exceso de agua. En un recipiente amplio, se mezcla la calabaza con ricotta fresca, un huevo, queso parmesano rallado, ajo y perejil picado. Se condimenta con sal y pimienta, y se agrega pan rallado hasta obtener una masa suave pero firme que permita formar las albóndigas.

Una vez listas, las porciones se modelan con las manos y se colocan sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Se pincelan con un poco de aceite de oliva y se cocinan a 200°C durante unos 25 minutos, hasta que adquieran un color dorado y una textura esponjosa. El resultado son pequeñas bolas aromáticas, livianas y llenas de sabor, que pueden servirse solas, con salsa de tomate casera o acompañadas de una ensalada fresca.

Además de ser deliciosas, estas albóndigas aportan un interesante valor nutricional: son ricas en fibra, calcio y proteínas, y tienen bajo contenido de grasa. Por eso, se recomiendan como parte de una alimentación equilibrada y pueden incluirse tanto en almuerzos como en cenas. También se conservan muy bien en la heladera por dos o tres días, o incluso en el freezer antes del horneado.

Con su aroma a otoño y su combinación de ingredientes naturales, las albóndigas de calabaza y ricotta al horno demuestran que la cocina saludable puede ser tan reconfortante como gourmet. Un plato ideal para quienes buscan comer rico, casero y sin complicaciones.

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