Con unos pocos ingredientes y algo de paciencia, las aceitunas negras pueden curarse fácilmente en casa para disfrutar de un sabor casero y natural.
Cómo curar aceitunas negras en casa: paso a paso
Las aceitunas negras forman parte de la mesa familiar desde siempre, ya sea en una picada, como acompañamiento de un plato o simplemente para picotear en la tarde.
Aunque muchos las compran ya listas en frascos o en la fiambrería, lo cierto es que detrás de su sabor característico hay un proceso que las transforma: el curado. Este paso es indispensable porque las aceitunas recién cosechadas tienen un gusto amargo que las hace incomibles. Lo bueno es que ese mismo proceso se puede realizar en casa, con ingredientes fáciles de conseguir y sin necesidad de equipos especiales. Solo se necesita tiempo y paciencia para que la espera valga la pena.
Para comenzar, se necesitan aceitunas negras frescas, agua, sal gruesa y, opcionalmente, hierbas aromáticas como laurel, orégano o romero para darles un toque de sabor.
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Paso a paso
El primer paso consiste en lavar bien las aceitunas y colocarlas en un recipiente con agua.
Durante unos diez a quince días es importante cambiar esa agua todos los días para ir quitando de a poco el amargor natural del fruto.
Una vez que se note el cambio de sabor, llega el momento de preparar la salmuera: por cada litro de agua, se recomienda disolver aproximadamente 100 gramos de sal gruesa.
Las aceitunas se dejan en esa salmuera durante al menos un mes, siempre dentro de un frasco limpio y bien cerrado. Con el tiempo, van tomando la textura y el sabor deseado.
Sabrás que las aceitunas están listas por su rugosidad y las podes probar para saber si están bien de sabor.
Luego dejarlas secar toda la noche. Podes dejarlas sobre servilletas de papel o un colador.
Pasado ese período, se pueden consumir o bien conservarlas en frascos con aceite de oliva y hierbas, lo que las vuelve aún más sabrosas y prolonga su duración.
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