Murió el actor Peter Greene

 El actor estadounidense Peter Greene, conocido por sus intensas interpretaciones de villanos en grandes éxitos del cine de los años noventa, fue encontrado muerto el viernes 12 de diciembre de 2025 en su departamento del barrio Lower East Side en Nueva York. 

Tenía 60 años al momento de su fallecimiento y, aunque las autoridades investigan las circunstancias, hasta ahora no se ha determinado una causa oficial de la muerte. La policía informó que no se sospecha de intervención criminal, y será el examen médico forense quien establezca las causas precisas del deceso.

El hallazgo ocurrió cuando vecinos y responsables del edificio alertaron sobre música que sonaba sin parar dentro del apartamento durante más de 24 horas, lo que llevó a solicitar una revisión del lugar, tras lo cual los servicios médicos confirmaron que Greene estaba sin vida. Su representante, Gregg Edwards, quien había tenido contacto con él apenas días antes, dio la noticia y destacó la ironía de que un intérprete de personajes oscuros fuera hallado en circunstancias tan insólitas.

Greene alcanzó gran notoriedad internacional por sus papeles en "Pulp Fiction" (1994), dirigida por Quentin Tarantino, donde interpretó al perturbador guardia Zed, y en "La Máscara" (1994), como el villano Dorian Tyrell enfrentado a Jim Carrey. Estos roles lo convirtieron en un rostro reconocible del cine de la década de 1990 y en referencia habitual al hablar de villanos cinematográficos memorables. Además, participó a lo largo de su carrera en producciones como "The Usual Suspects", "Training Day" y otras películas y series en las que aportó su característica presencia intensa en pantalla.

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Más allá de los papeles oscuros que lo hicieron famoso, fuentes de la industria y allegados resaltan que Greene era percibido fuera de cámaras como una persona sensible y generosa, a pesar de las luchas personales que afrontó en el pasado, incluidas dificultades con adicciones en su juventud de las que habló públicamente años atrás. Estas experiencias formaron parte de su vida y, según algunos colegas, también alimentaron la intensidad dramática de sus interpretaciones.

Al momento de su muerte, Greene tenía proyectos cinematográficos en marcha, incluyendo un thriller independiente titulado Mascots, que iba a rodarse en enero con la participación de Mickey Rourke, y otras propuestas que lo mantenían activo en la escena artística. La noticia de su fallecimiento provocó una oleada de mensajes y homenajes por parte de fans y profesionales del cine que destacaron su talento singular y su contribución al cine contemporáneo.