Un recordado caso de censura previa por parte de la Justicia generó, en los '90, una reacción de varios artistas que se solidarizaron con el humorista Tato Bores.
Video: el día que artistas cantaron por Tato Bores ante la censura judicial
Un recordado caso de censura previa por parte de la Justicia generó, en los '90, una reacción de varios artistas que se solidarizaron con el humorista Tato Bores.
El Gobierno nacional celebró en las últimas horas la decisión del juez en lo Civil y Comercial Federal Alejandro Patricio Maraniello, quien ordenó el cese inmediato de la difusión de los audios grabados de manera ilegal a Karina Milei dentro de la Casa Rosada.
"El derecho a la libertad de expresión debe ceder ante las graves repercusiones que podría conllevar la difusión", sostuvo el magistrado en su fallo.
La medida fue confirmada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, a través de la red social X: "La Justicia ordenó el cese inmediato de la difusión de los audios grabados ilegalmente a Karina Milei en Casa Rosada".
El argumento judicial, sin embargo, fue cuestionado en distintos ámbitos, dado que el propio Maraniello reconoció no haber tomado conocimiento del contenido de los audios. La contradicción generó críticas sobre la validez de prohibir su publicación en base a consecuencias aún no determinadas.
El Gobierno celebró la determinación de la Justicia sobre censura previa.
La decisión revive un recuerdo incómodo para la historia de la prensa argentina. En 1992, la jueza María Servini intentó frenar la emisión de fragmentos del programa "Tato de América", conducido por el humorista Tato Bores.
Lejos de acatar pasivamente la medida, Bores respondió con ironía: emitió el ciclo con carteles que decían "Censura judicial" en las partes prohibidas, y más tarde reunió a artistas, periodistas y músicos para cantar el recordado tema "La jueza Barú Budú Budía, es lo más grande que hay". El episodio quedó en la memoria colectiva como un símbolo de resistencia frente a la censura previa.
En este caso, el fallo de Maraniello abre nuevamente la discusión sobre los límites entre el derecho a la privacidad y el ejercicio del periodismo, una tensión que, con el antecedente de Tato Bores como telón de fondo, parece lejos de resolverse.
"Desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados." Tato Bores Porque hubo un tiempo en que no había grieta para unirse contra la censura. Y ahí estaba Pappo con Neustadt, Cerati con Dolina, Pergolini con Grondona y tantos otros bancando a Tato. pic.twitter.com/wRelGVtAdk
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