El ministro de Producción de Mendoza, en diálogo con Radio Post, analizó el alcance de las recientes desregulaciones nacionales y cómo viene la Vendimia.
Se espera una cosecha promedio y hay sobrestock de vinos
El ministro de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, aseguró en una entrevista en el programa Vientos de Campo Radio Post (92.1 en el Gran Mendoza y San Martín, 96.9 en Luján de Cuyo y 96.7 en La Paz) que el Certificado de Ingreso de Uva (CIU) es una herramienta central para la trazabilidad y el orden del sector vitivinícola, al tiempo que recordó que la provincia acompañó un proceso de desregulación amplio sin resignar instrumentos estratégicos.
"Nosotros aportamos para que se desregularan más de 970 normas que impedían un movimiento adecuado de la vitivinicultura, pero pedimos mantener una sola: el CIU", explicó. Según señaló, se trata de un mecanismo fundamental tanto para productores como para bodegas, especialmente aquellas que certifican vinos por zonas, áreas o denominaciones de origen.
En ese sentido, remarcó que la vitivinicultura representa cerca del 6% del PBI provincial y, si se suma el turismo asociado, alcanza alrededor del 22%, lo que la convierte en una actividad estructural para Mendoza y para el país.
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El fallo judicial y el cruce con Nación
Vargas Arizu consideró acertada la decisión de la Justicia de suspender únicamente los artículos vinculados al CIU y a la fecha de finalización de la cosecha. "La Justicia no frenó toda la norma, sino solo esos dos puntos, y eso estuvo muy bien", afirmó.
También reconoció que existieron instancias de diálogo con el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, en reuniones donde participaron COVIAR, asociaciones de viñateros, productores de Mendoza y San Juan y funcionarios provinciales. Sin embargo, lamentó que no se haya atendido el pedido del sector.
"El gobierno no tiene que meterse en los negocios, tiene que crear condiciones. Si una actividad quiere determinada regulación porque se siente cómoda, hay que dejarla", sostuvo. En ese marco, calificó como "desafortunada" la comparación que se hizo con la AFA y aseguró que generó malestar en toda la vitivinicultura mendocina y en el gobierno provincial.
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Logística, parques industriales e inversión privada
El funcionario destacó que Mendoza se encuentra en una posición estratégica desde el punto de vista logístico y remarcó la importancia del desarrollo del parque industrial de Luján de Cuyo, vinculado al corredor bioceánico. "Mendoza no tiene logística, Mendoza es logística", afirmó, al detallar que la ampliación del polo productivo se realizará con inversión privada estimada entre 70 y 100 millones de dólares.
Según explicó, el proyecto es resultado de la articulación entre el gobierno provincial, el municipio y empresarios locales, y se complementa con la zona franca de San Martín, el Puerto Seco y la variante Palmira. Además, anticipó que uno de los próximos desafíos será mejorar el corredor hacia Chile, por donde circulan actualmente más camiones de los que fue diseñado originalmente.
Agroindustria, competitividad y nuevos mercados
Vargas Arizu sostuvo que Mendoza tiene condiciones diferenciales para competir en mercados internacionales por la calidad de sus productos. "Acá manejamos el riego, tenemos alta exposición solar, inviernos rigurosos y noches frescas, lo que concentra sabor", explicó, al comparar la producción local con la de otros países.
En ese contexto, remarcó que producir es más fácil que vender y que los precios se definen por el mercado internacional. También valoró la eliminación de derechos de exportación y la existencia de un tipo de cambio único y estable, factores que, según dijo, facilitan la inserción externa. En relación con la ley de semillas, la definió como una "regulación inteligente" que protege a los productores de alto valor agregado y permite contratos en dólares con precios preestablecidos, fortaleciendo economías regionales con menor superficie pero mayor rentabilidad.
Reconversión vitivinícola y expectativas para la vendimia
De cara al futuro, el ministro anticipó un proceso de reconversión en la vitivinicultura, en un contexto de menor consumo global de alcohol. "Hay un reajuste de cantidad versus calidad y una diversificación de productos", señaló.
Respecto a la vendimia, indicó que se espera una cosecha promedio y reconoció la existencia de sobrestock de vinos, motivo por el cual la provincia subsidiará tasas de prefinanciación para exportaciones de vino a granel.
"Hay que desocupar antes de la cosecha", explicó, y vinculó la situación a la caída de la inflación y al cambio en las dinámicas comerciales. Finalmente, se mostró optimista sobre el mediano plazo: "Arreglada la macro, Mendoza está muy bien parada. A partir de los próximos meses va a empezar a crecer, con la agroindustria, el turismo y también la minería como motores de desarrollo".
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