El nuevo presidente de la UIA señaló que es "un pequeño gran paso" y reiteró la necesidad de hacer una profunda reforma laboral.

Martín Rappallini celebró el fin de las retenciones a la industria

Editó: Ana Montes de OcaJueves1 May 2025

El nuevo presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, celebró la eliminación de retenciones a las exportaciones de bienes industriales y aprovechó la ocasión para reclamar una reforma profunda de la legislación laboral e impositiva, al considerar que el actual esquema desincentiva el empleo formal y resta competitividad a la industria nacional.

Durante una entrevista en Infobae en Vivo, el dirigente industrial valoró la decisión del Gobierno de quitar las retenciones a 4.411 productos industriales, una medida confirmada oficialmente por el ministro de Economía, Luis Caputo. "Es un pequeño gran paso en el camino de la competitividad", afirmó.

La medida beneficiará a 3.580 empresas exportadoras, casi el 40% del total en Argentina, en un intento por recuperar dinamismo en el comercio exterior.

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Rappallini fue contundente al describir la situación del sector: "Cuando hablamos de precios altos no es solo por la inflación. Hay distorsiones acumuladas en toda la cadena de valor: costos fiscales, laborales, financieros, problemas logísticos, infraestructura deficiente. Competimos con el mundo y con jugadores de gran tamaño. Si no nivelamos la cancha, perdemos".

En ese sentido, hizo hincapié en que la UIA viene reclamando esta medida desde hace años: "Exportar trabajo argentino con retenciones es contradictorio. Muy pocos países aplican estas cargas a su industria. Celebro que se haya revertido".

El dirigente también aprovechó para plantear otros desafíos estructurales. Reiteró la necesidad de modernizar los convenios colectivos, muchos de los cuales datan de los años 70: "No reflejan la realidad productiva actual. Hay que generar incentivos para contratar, y hoy sucede lo contrario".

Finalmente, el titular de la UIA insistió en que sin una reforma fiscal integral y un marco laboral moderno, la industria argentina seguirá en desventaja. "Cuidar el tejido industrial no es solo una cuestión económica. Es social y geopolítica. Cuando se pierde una fábrica, no se pierde solo una empresa: se pierde empleo calificado, innovación y soberanía productiva", concluyó.