Mientras el Indec mostró inflación general del 1,9% en agosto, la indumentaria fue el único rubro en baja, lo que refleja entre otras cosas el impacto del boom de compras a China. Las cámaras textiles denuncian pérdida de empleos y problemas ambientales por el modelo de negocio de las tiendas orientales.
La ropa se desinfla: el dato del Indec en medio de la "guerra" con Shein
La indumentaria fue el único rubro de la economía argentina que mostró una baja de precios en agosto. Si bien las liquidaciones anticipadas tuvieron su peso, el dato también revela la fuerte competencia que enfrenta la industria local por el auge de las compras a tiendas online chinas.
El dato de inflación de agosto, que se ubicó en 1,9% a nivel general, dejó un número muy llamativo: la ropa y el calzado marcaron una deflación del -0,3%. Mientras casi todos los rubros de la economía subieron, este sector mostró un retroceso en sus precios -de hecho, en Mendoza la ropa bajó 1%, según la DEIE-.
Esta caída no es un hecho aislado, sino que está impulsada por dos factores clave. Por un lado, las magras ventas del sector obligaron a los comercios a adelantar sus liquidaciones, incluso cuando el invierno aún no había terminado.
Por otro lado, la competencia directa de plataformas chinas como Shein y Temu, que han crecido de manera exponencial en Argentina, presiona los precios hacia abajo.
Shein y Temu ganaron terreno y presionan a la industria local, que busca una ley para ponerle un freno.
El reclamo de la industria local
Ante esta situación, las cámaras de indumentaria de Argentina, Brasil y México buscan impulsar una ley "anti-Shein" para proteger a su industria. El objetivo es que las prendas importadas desde estas plataformas enfrenten las mismas condiciones que la producción local, que según denuncian pierde alrededor de 1.500 puestos de trabajo por mes.
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La iniciativa replica una normativa que fue aplicada en Francia. Las cámaras textiles argumentan que las empresas chinas ofrecen "precios viles" gracias a aranceles de importación reducidos. Actualmente, las compras de hasta 400 dólares solo pagan IVA, ya que están exentas de derechos de importación.
Hace unos días, Claudio Drescher, presidente de la Cámara de la Indumentaria (CIAI), fue optimista sobre la aprobación de una ley similar en el primer semestre del próximo año.
La ropa fue el único rubro con precios en baja en agosto, según el INDEC.
"Yo creo que va a salir algo importante en el primer semestre del año próximo y podremos contar con una ley anti-Shein. (...). Ningún país cede su mercado interno. Pienso que habrá una reacción. Los gobiernos de Brasil y México muestran una actitud mucho más receptiva: en el caso brasileño aceptan un arancel del 35%, mientras que la Argentina lo redujo de manera unilateral al 20%", remarcó Drescher.
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Más allá de los argumentos económicos, la industria local también apunta a cuestiones que tienen que ver con lo que implica todo el modelo de negocio de la competencia. Por ejemplo, planteos ambientales. Entre los que fueron presentados ante el Congreso por la CIAI está el que señala que las plataformas chinas vienen subiendo sus emisiones de dióxido de carbono (23% en 2024). También recuerdan que el transporte aéreo y las devoluciones de productos tienen un gran impacto en el ambiente.
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A eso se suma que -según aseguran- el 76% de las prendas que comercializan estas empresas se elaboran con poliéster, un material derivado del petróleo que libera microplásticos cada vez que se lava. Según los datos expuestos, apenas una mínima porción de esas telas corresponde a fibras recicladas (6%).
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