Por noveno mes seguido, la morosidad creció en Argentina. En julio marcó récord en familias y también avanzó en empresas, en medio de fuertes subas de tasas.
La morosidad en las familias argentinas marcó un récord en 15 años
La morosidad en Argentina volvió a crecer en julio y alcanzó un récord histórico en familias. Según el Banco Central (BCRA), el ratio de irregularidad en los créditos familiares subió al 5,7%, el nivel más alto desde que hay registros, superando ampliamente el 5,1% de junio.
El dato implica nueve meses consecutivos de suba y confirma que cada vez más hogares tienen dificultades para pagar sus deudas. Los rubros más afectados fueron préstamos personales y tarjetas de crédito, con incrementos fuertes en los niveles de incumplimiento.
En préstamos personales, la morosidad trepó de 6,5% a 7,3%, mientras que en tarjetas escaló de 4,9% a 5,3%, el mayor porcentaje desde que comenzó la serie. En los créditos prendarios el deterioro fue menor, pasando de 3,7% a 3,9%. Los hipotecarios, en cambio, resistieron la tendencia y hasta mejoraron: bajaron de 1% a 0,9%.
El economista Federico González Rouco, de la consultora Empiria, explicó al sitio Ámbito Financiero que este aumento responde al freno de la actividad económica y a la pérdida de poder adquisitivo: "Las cuotas ya no se licúan como antes por la desaceleración de la inflación, y a las personas les resulta más difícil afrontar sus compromisos financieros". En cuanto a los hipotecarios, remarcó que se mantienen sólidos porque "la gente lo primero que trata de sostener es el pago de la vivienda".
Préstamos personales y tarjetas, las modalidades en las que más subió la morosidad.
En el segmento de empresas, la morosidad alcanzó 3,2% en julio, más del doble que el mínimo de 1,5% registrado en octubre pasado. El aumento se dio en un contexto de fuerte volatilidad de tasas de interés, que encareció el financiamiento.
Ver: El Banco Central vendió USD 678 millones, récord en los últimos 6 años
Entre mediados de julio y agosto, la tasa nominal anual (TNA) de los adelantos a compañías saltó de 31% a 93%, lo que llevó a una contracción de casi $1 billón en este tipo de préstamos. Un informe de la consultora C-P advirtió: "La caída de los saldos de financiamiento responde a la dinámica de las tasas que se triplicaron y amenazan con poner en riesgo las cadenas de pago".
Los créditos hipotecarios se mantienen con baja morosidad pese a la crisis.
La tensión financiera se explica por el cambio en la política monetaria, que buscó limitar la cantidad de dinero en circulación. Esto provocó que los bancos encarezcan el crédito y que tanto familias como empresas enfrenten un escenario más complejo para acceder a financiamiento.
Leer: El dólar tuvo otra fuerte suba en el cierre de la semana



