El banco estadounidense cambió su postura y anticipa un escenario más negativo para los activos de Argentina de cara a octubre.
Por qué ahora Morgan Stanley recomienda no comprar bonos argentinos
Morgan Stanley dio un golpe de efecto en el mercado financiero: tras las elecciones legislativas en Buenos Aires, dejó de recomendar a los inversores la compra de bonos soberanos argentinos. El banco estadounidense, que hasta hace poco veía oportunidades en la debilidad de precios, ahora proyecta un escenario mucho más adverso.
El informe de la entidad advierte que, con la curva de crédito aplanándose, los títulos de corto plazo podrían sufrir un desempeño todavía peor que los de largo plazo. Según sus cálculos, los bonos argentinos podrían caer en promedio unos ocho puntos, con precios rondando los 56 dólares, lo que impactaría sobre todo en la parte corta de la curva.
El cambio de postura se explica en gran parte por la nueva incertidumbre política. Para Morgan Stanley, el resultado electoral en Buenos Aires aumenta la probabilidad de un escenario económico "negativo", con dudas sobre la continuidad de las reformas estructurales, la capacidad de financiamiento externo y la estabilidad cambiaria.
El banco de Wall Street anticipa más caída en los precios de la deuda.
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En paralelo, la entidad anticipa que el Gobierno podría verse obligado a aplicar una política monetaria más estricta para sostener la confianza hasta las elecciones nacionales de octubre de 2025. En ese contexto, no descarta una depreciación mayor del peso argentino, que pondría presión sobre el respaldo político al oficialismo.
De todos modos, Morgan Stanley prevé que el Banco Central cumplirá con el acuerdo pactado con el FMI, interviniendo con ventas de dólares para contener la brecha. También espera que el Tesoro tenga un rol activo en el mercado cambiario, tal como lo anunció en las últimas semanas.
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La combinación de factores -mayor incertidumbre electoral, endurecimiento monetario y riesgo país elevado- configura un panorama más complejo para los activos argentinos. En palabras simples: los inversores se enfrentan a más volatilidad y menos margen de maniobra en el corto plazo, mientras todas las miradas se concentran en el desenlace electoral del 26 de octubre de 2025.



