El gobierno chileno suspendió el ingreso de carne y reproductores provenientes de la Patagonia argentina tras la decisión de SENASA de relajar los controles sanitarios. El comercio permanecerá congelado hasta una nueva auditoría.
Chile cerró sus fronteras a la carne patagónica por un cambio de Milei
La reciente flexibilización de la barrera sanitaria en la Patagonia por parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) comenzó a generar consecuencias concretas en el comercio internacional. Chile suspendió temporalmente la importación de carne y animales reproductores provenientes del sur argentino, una medida que impacta de lleno en las economías regionales de Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
La decisión del país vecino fue comunicada mediante una nota formal enviada al SENASA y firmada por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile. Allí se detalla que la suspensión responde a la consulta oficial argentina sobre la habilitación de ingresos de productos con hueso y material genético desde zonas que vacunan contra fiebre aftosa, lo cual modifica los estándares que se mantenían hasta ahora en la región patagónica, considerada libre de aftosa sin vacunación.
Productores de las provincias afectadas advirtieron que la medida chilena es un "blindaje sanitario" que bloquea una de las principales vías de exportación de la carne patagónica. En el mismo sentido, señalaron que la medida nacional pone en riesgo el estatus sanitario ganado durante décadas, que permitía ingresar a mercados exigentes sin necesidad de vacunación.
Desde el SAG chileno explicaron que la reanudación de las exportaciones dependerá de una auditoría sanitaria, la cual será realizada en los próximos meses. En tanto, el SENASA confirmó que el proceso de evaluación ya está siendo coordinado, pero no dio fechas concretas.
Ver: El INDEC reportó una caída en la producción de gas: las razones
La situación suma tensión a un conflicto que ya había generado fuertes críticas desde el sector agropecuario patagónico. Distintas asociaciones rurales venían advirtiendo que el levantamiento parcial de la barrera sanitaria podía afectar no solo el comercio exterior, sino también el diferencial de calidad que históricamente distinguió a la carne patagónica.



