Tras meses de parálisis, Lácteos Verónica reanuda su actividad en Totoras, Suardi y Lehmann. La firma trabajará para terceros y acordó con sus empleados un esquema de pagos semanales para achicar la millonaria deuda salarial.
Debe millones: el plan de una histórica firma láctea para salir de la crisis
Después de varios meses de incertidumbre y plantas prácticamente paralizadas, Lácteos Verónica logró un entendimiento con su personal y volverá a poner en marcha la producción en sus instalaciones de Totoras, Suardi y Lehmann, en Santa Fe.
El acuerdo, alcanzado con la mediación del Ministerio de Trabajo provincial, establece que la empresa elaborará productos para terceros, como Saputo y Punta del Agua, bajo la modalidad "a fasón". Según explicó el ministro Roald Báscolo, la compañía "retoma la actividad con mercaderías de terceros" como salida temporal a la crisis.
Uno de los puntos centrales del entendimiento es el compromiso de la firma de efectuar pagos semanales para reducir la deuda salarial, que en algunos casos supera los 6 millones de pesos. Actualmente, los casi 700 empleados reclaman haberes correspondientes a julio, agosto y el medio aguinaldo, mientras persisten dudas sobre los sueldos de septiembre.
La situación financiera continúa siendo crítica: de acuerdo con registros del Banco Central, Lácteos Verónica emitió más de 3.200 cheques sin fondos por un monto superior a 11.200 millones de pesos.
El gremio ATILRA, que a principios de septiembre había lanzado un paro por tiempo indeterminado, denunció que la empresa adeudaba parte de los salarios de junio, además de los sueldos completos de julio y el SAC. También cuestionó que los dueños derivaran la leche de sus tambos propios a otras compañías.
En paralelo, sigue abierta la posibilidad de una venta de activos. Según informó iProfesional, el grupo francés Savencia, dueño de marcas como Milkaut, Ilolay, Adler y Santa Rosa, volvió a mostrar interés en adquirir las plantas de Verónica. La multinacional ya había intentado comprar la empresa en dos ocasiones anteriores y en 2023 desembolsó 37 millones de dólares para quedarse con Ilolay.
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Por ahora, la estrategia de Lácteos Verónica se centra en reactivar sus plantas y sostener los puestos de trabajo, mientras busca oxígeno financiero en un mercado cada vez más concentrado.
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