Los datos oficiales muestran una caída marcada en la compra de billetes verdes por parte de ahorristas en noviembre de 2025, una reversión respecto a meses con fuerte cobertura cambiaria.
La demanda de dólares minorista cayó tras la tensión por las elecciones
En noviembre de 2025 se observó un retroceso considerable en la adquisición de dólares por parte de los pequeños ahorristas, según cifras difundidas por el Banco Central (BCRA). La cantidad de personas que operó y el volumen negociado cayeron de forma notable luego de los picos históricos que marcaron septiembre y octubre, meses atravesados por la incertidumbre y la cobertura frente a posibles cambios en el tipo de cambio.
Los datos oficiales reflejan que en el undécimo mes del año las compras de billetes por parte de "personas humanas" se situaron en alrededor de 1.597 millones de dólares, mientras que las ventas alcanzaron unos 509 millones de dólares, un movimiento muy inferior al de períodos previos con alta demanda de divisas. Además, la participación en el mercado también disminuyó, con cerca de 1,1 millón de compradores frente a cifras más elevadas en los meses anteriores.
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La comparación con octubre es tajante: en ese mes las compras brutas de billetes superaron ampliamente los niveles habituales, impulsadas por la búsqueda de protección frente a la volatilidad cambiaria y el contexto electoral. En contraste, noviembre mostró un mercado donde tanto el número de operaciones como los montos transados retornaron a parámetros más moderados, una señal de que la cobertura masiva de pesos por dólares se desaceleró tras los comicios.
La evolución del ticket medio -es decir, el monto promedio que cada persona adquirió- también se redujo drásticamente, lo que indica no sólo menos participantes sino una menor proporción de pesos destinados a la compra de moneda extranjera. La caída en la participación y en los volúmenes operados sugiere una normalización relativa de la demanda minorista luego de meses de tensión cambiaria.
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El balance cambiario de noviembre cerró con un resultado que refleja este cambio de tendencia: aunque persistió un déficit comercial, se compensó en parte con entradas financieras que ayudaron a atenuar los efectos de la menor compra de divisas por parte de los ahorristas. Este escenario puede leerse como una señal de menor presión por cobertura en un contexto donde las expectativas de mercado parecen haber encontrado cierto nivel de estabilidad.
