Esta segunda etapa de control y capacitaciones alcanzará a 1.300 productores.
Comenzó la segunda etapa del operativo contra la polilla de la vid
La provincia puso en marcha la campaña 2025-2026 para el control de la Lobesia botrana, plaga conocida como polilla de la vid y considerada una de las principales amenazas para la producción vitivinícola.
El operativo, organizado por el Ministerio de Producción y el Iscamen, contempla distintas etapas que responden a la biología del insecto, la fenología de los cultivos y las dinámicas productivas de la región.
El plan combina acciones estatales con tratamientos que deben realizar los propios productores. En la primera generación de la plaga, que se desarrolla entre octubre y principios de noviembre, se prevén tres medidas clave: asistencia con difusores de feromonas, entrega en mano de insecticidas específicos y un servicio de tratamientos aéreos.
En esta segunda etapa, destinada a controlar el segundo vuelo de la plaga, se realizarán aeroplicaciones con aviones y drones, utilizando feromonas pulverizables.
Asistencia a productores
El programa alcanzará a más de 1.300 productores del oasis Este, quienes recibirán insecticidas de bajo impacto ambiental (categoría IV, banda verde), suficientes para cubrir dos aplicaciones en la primera etapa. Para los viñedos bajo producción orgánica, se prevé una asistencia especial con insumos compatibles, que abarcará unas 7.500 hectáreas.
Los productores beneficiarios deberán presentarse en la Delegación Este del Iscamen (Chubut 130, San Martín) con la documentación requerida: RENSPA-RUT actualizado, fotocopia del DNI del titular o, en caso de autorización, papeles respaldatorios junto al documento de la persona autorizada.
Ver también: Drones para el agro mendocino: ¿tecnología accesible o un "sueño caro"?
Primera alerta: actuar temprano
Las autoridades remarcan la importancia de actuar en la primera generación de la plaga, ya que cada hembra puede poner alrededor de 100 huevos y una sola pareja puede multiplicarse hasta generar 250 mil ejemplares en una temporada.
Por eso, se recomienda aplicar insecticidas cuando las variedades de vid presenten racimos preflorales de entre 5 y 7 centímetros, antes de la apertura de las flores. Estas medidas deben cumplirse incluso en los viñedos que usan la técnica de confusión sexual (TCS) o que estén incluidos en el plan de tratamientos aéreos.
Dado que la primera generación se extiende durante más de un mes, los especialistas aconsejan repetir la aplicación a los 15 días de la primera para asegurar la protección de los cultivos.
Con esta campaña, el Gobierno provincial busca reforzar el trabajo conjunto con los productores y sostener la calidad y sanidad de la vid, pieza clave de la economía mendocina.
Ver también: Unos $2.400 millones para sostener empleo en Mendoza: a qué programas irá



