El dato de inflación de octubre de 2,7% trajo la confirmación del rumbo trazado por el equipo económico liderado por Luis Caputo, y también buenas expectativas para los analistas del mercado. Esto generó ajustes en las proyecciones inflacionarias de fin de año al punto de que el banco de inversión estadounidense J.P. Morgan, resaltó en su último informe el logro de haber quebrado la barrera del 3% mensual.
Este dato fue recibido con sorpresa por Lucila Barbeito y Diego Pereira, autores del informe de J.P. Morgan, quienes habían anticipado una inflación de 2,9% para octubre, mientras que el consenso del mercado esperaba un 3%.
Otro aspecto relevante es la caída en la inflación núcleo, que bajó a 2,9% desde el 3,3% del mes anterior, el nivel más bajo desde septiembre de 2020. Este indicador es clave porque excluye factores volátiles como los precios de alimentos frescos, lo cual permite un análisis más preciso de la tendencia inflacionaria de fondo.
La inflación núcleo es la más baja desde septiembre de 2020
Sin embargo, J.P. Morgan advierte sobre la inflación subyacente, un indicador preferido por la entidad que excluye precios de alimentos, mostrando una suba de 3,5% en octubre, apenas inferior al 3,6% de septiembre. Al ajustar la estacionalidad, el ritmo anualizado para la inflación subyacente se sitúa en un 60%, lo que sigue siendo un desafío en el intento de estabilizar la economía argentina.
Ante este nuevo escenario, J.P. Morgan revisó su pronóstico inflacionario para diciembre de 2024, ajustándolo al 120% interanual. Con la mejora en el dato de octubre, el presidente Milei anunció que si la inflación mensual se mantiene en torno al 2,5% en los próximos dos meses, el ajuste del tipo de cambio ("crawling peg") se reducirá al 1% mensual. Según el banco, este cambio permitiría una inflación promedio de 2,5% en el primer trimestre de 2025, frente al 3,8% esperado anteriormente, y proyectaría una inflación anual del 29% hacia finales del año próximo.
La disponibilidad de agua en la cuenca está por debajo del 50% de un año normal. Se anticipa un escenario crítico para productores y usuarios urbanos. Se endurecen los turnos de riego.
Tras el repunte del primer semestre, el consumo masivo volvió a desacelerarse en la segunda mitad del año. Los hogares compraron menos, redujeron las visitas a los puntos de venta y ajustaron sus canastas ante la presión sobre los ingresos.
La decisión del Gobierno de quitar la obligatoriedad del Certificado de Ingreso de Uva (CIU) abrió un fuerte conflicto en la vitivinicultura: mientras la Nación habla de desregulación y eficiencia, productores y la Provincia discuten trazabilidad, controles y el futuro de una actividad clave.
El Ministerio de Capital Humano difundió nuevos datos basados en proyecciones del INDEC. La cartera sostiene que la pobreza bajó al 27,5% y la indigencia al 5,4%.