Después del tremendo 25,5% en el índice de inflación general del mes de diciembre medido por el INDEC, las proyecciones de los economistas apuntan a una desaceleración para enero. Si bien aún no se conocen las cifras oficiales de este mes, diversas consultoras privadas sugieren un valor cercano al 20%, indicando una ralentización, pero manteniéndose en niveles elevados.
Según publica La Nación, Orlando J. Ferreres & Asociados (OJF), en su relevamiento, estima que enero podría haber cerrado con una inflación del 18%, destacando que la falta de una devaluación significativa, a diferencia de diciembre, contribuyó a esta desaceleración. Fausto Spotorno, director de OJF, señaló que la recesión que persiste desde hace seis meses y la disminución en la capacidad de compra de los consumidores también influyen en esta tendencia a la baja.
Inflación enero 4 semanas (falta esta que estamos transitando), acumula 16,4% mensual. A este ritmo no parecería que llegue al 20%. pic.twitter.com/BlB2njMvGk
C&T Asesores Económicos respalda esta visión, informando un aumento mensual del 19,6% en los precios minoristas para la región del Gran Buenos Aires (GBA). A pesar del arrastre estadístico de cerca del 9% que marcó diciembre, la dinámica de desaceleración observada desde finales de ese mes se ha mantenido a lo largo de enero, según su informe.
En el desglose por rubros, el transporte y las comunicaciones lideraron el aumento con un 32% en enero, mientras que la subida en prepagas y servicios de salud impactó en un 25% en el sector. Alimentos y bebidas, por su parte, registraron un aumento del 16,3%, siendo este segmento uno de los que más experimentó una desaceleración, especialmente después de la fuerte subida a finales de diciembre.
Diversas consultoras como LCG y la Fundación de Investigaciones Económicas (FIEL) proyectan una inflación cercana al 20% para enero, respaldando la idea de una desaceleración sostenida. Sin embargo, Econviews advierte que la inflación podría asemejarse a la de diciembre y alcanzar el 25%, mientras que el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central estimó que el mes cerraría cerca de ese mismo porcentaje.
La disponibilidad de agua en la cuenca está por debajo del 50% de un año normal. Se anticipa un escenario crítico para productores y usuarios urbanos. Se endurecen los turnos de riego.
Tras el repunte del primer semestre, el consumo masivo volvió a desacelerarse en la segunda mitad del año. Los hogares compraron menos, redujeron las visitas a los puntos de venta y ajustaron sus canastas ante la presión sobre los ingresos.
La decisión del Gobierno de quitar la obligatoriedad del Certificado de Ingreso de Uva (CIU) abrió un fuerte conflicto en la vitivinicultura: mientras la Nación habla de desregulación y eficiencia, productores y la Provincia discuten trazabilidad, controles y el futuro de una actividad clave.
Con la tenencia no solo se recuperó un predio que había quedado sin destino, sino que permite proyectar un desarrollo habitacional estratégico en el corazón del Gran Mendoza.