La guerra comercial entre EEUU y China provocó que se incremente la acumulación de oro. El metal precioso ya subió 24% en lo que va del año.
Goldman Sachs y UBS suben predicción de precios por la "fiebre del oro"
El oro vuelve a confirmar su histórica condición de refugio en tiempos turbulentos. La guerra comercial global, desatada tras una nueva ofensiva arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump, está provocando movimientos bruscos en los mercados y una migración masiva hacia activos considerados seguros.
En este contexto, el metal precioso se consolida como el activo estrella de 2025, con un rendimiento superior al 24% en lo que va del año.
El viernes 11 de abril, el banco de inversión Goldman Sachs sorprendió al elevar por tercera vez en el año su previsión de precio para el oro, ubicando su objetivo de fin de año en US$3.700 por onza, un 12% por encima de su proyección anterior.
La entidad neoyorquina había comenzado el año con escepticismo, pero en febrero ya había corregido al alza sus expectativas, situándolas en US$3.100. En marzo, las volvió a ajustar a US$3.300. Y este mes, con una cotización real que alcanzó los US$3.245 por onza, la tendencia alcista parece imparable.
Los fundamentos detrás de este boom son claros: la incertidumbre económica y geopolítica, sumada a un dólar debilitado, inflación persistente y una fuerte demanda de bancos centrales y fondos cotizados en bolsa (ETF) respaldados por oro.
El banco suizo UBS también actualizó sus proyecciones y ahora estima que el precio del oro alcanzará los US$3.500 por onza en 2025, por encima de los US$3.200 que preveía anteriormente.
"El argumento para aumentar las asignaciones de oro se ha vuelto más convincente que nunca", sostuvo Joni Teves, analista de la entidad, quien atribuyó la tendencia a un entorno marcado por menor crecimiento económico y crecientes tensiones comerciales.
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Récords en fondos de inversión
Los datos de la Bolsa de Metales de Londres son elocuentes. En marzo, los fondos ETF respaldados físicamente por oro registraron entradas por US$8.600 millones, totalizando US$21.000 millones en el primer trimestre del año, equivalente a 226 toneladas del metal. Solo el segundo trimestre de 2020, en plena pandemia, superó ese nivel.
Actualmente, los activos bajo gestión de los ETF de oro alcanzaron un nuevo máximo histórico de US$345.000 millones, lo que implica un incremento del 13% mensual y del 28% trimestral. En términos de volumen, las tenencias colectivas llegaron a 3.445 toneladas, apenas por debajo del récord de 3.915 toneladas alcanzado en octubre de 2020.
Estados Unidos, a la cabeza de la demanda
Los inversores estadounidenses lideran el fenómeno, con entradas por US$6.500 millones solo en marzo y un acumulado de US$12.900 millones en el primer trimestre. Le siguen los mercados europeos, con el Reino Unido, Suiza y Alemania a la cabeza, que sumaron US$4.600 millones en el mismo período. En Asia, China y Japón también mostraron un fuerte apetito por el oro, con ingresos por US$3.300 millones.
En menor escala, Australia y Sudáfrica sumaron entradas por casi US$100 millones, mientras que India, en cambio, anotó salidas moderadas tras 11 meses consecutivos de compras, en lo que los analistas interpretan como una toma de ganancias.
En un escenario de volatilidad creciente, los analistas recomiendan cautela, pero coinciden en que el oro seguirá teniendo protagonismo en los portafolios de inversión. La pregunta que ahora domina los mercados es hasta dónde puede llegar su precio, en un año en el que las tensiones comerciales y políticas parecen no dar tregua.
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