El Río Mendoza en uno de sus peores veranos: el caudal cayó a menos de la mitad

La disponibilidad de agua en la cuenca está por debajo del 50% de un año normal. Se anticipa un escenario crítico para productores y usuarios urbanos. Se endurecen los turnos de riego.

El Río Mendoza en uno de sus peores veranos: el caudal cayó a menos de la mitad

Por: Federico Lemos

 La cuenca del Río Mendoza atraviesa un escenario hídrico delicado que ya impacta de lleno en el sistema de riego y en el abastecimiento general. Según explicó Mario Salomón, titular de la Inspección de Cauces de la Primera Zona, el ingreso de agua al embalse Potrerillos se desplomó de los valores históricos esperados para esta época y confirma un año muy por debajo de la media. La advertencia fue realizada durante una entrevista en el programa Vientos de Campo, que se emite por Radio Post (FM 92.1 en el Gran Mendoza y San Martín, 96.9 en Luján de Cuyo y 96.7 en La Paz).

De acuerdo a los registros recientes del Departamento General de Irrigación, para mediados de diciembre deberían ingresar unos 71 metros cúbicos por segundo al sistema. Sin embargo, los datos diarios muestran un caudal inferior a los 34 metros cúbicos por segundo. "Hoy estamos trabajando con alrededor del 40% de disponibilidad", señaló Salomón, quien remarcó que la situación no solo afecta el caudal instantáneo, sino también el promedio mensual, lo que complica aún más las proyecciones para el verano.

 Mario Salomón, titular de la Inspección de Cauces de la Primera Zona. Foto: gentileza Irrigación

La escasez ya se refleja en la forma en que se entrega el agua. Actualmente, el esquema en la Primera Zona del río Mendoza contempla tres días con riego y seis días sin suministro, tanto para productores como para usuarios urbanos. Durante las fiestas de fin de año, el sistema permanecerá cargado entre el 26 y el 30 de diciembre, como medida preventiva para reducir riesgos y accidentes en cauces y canales. No obstante, el panorama para los primeros meses de 2026 es todavía más restrictivo.

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Según anticipó Salomón, en febrero el sistema podría dividirse en cuatro secciones. Eso implicaría apenas tres días con agua y períodos de entre nueve y diez días sin riego. "Estamos muy complicados este año", resumió el dirigente, al explicar que habrá menos turnos y mayores intervalos entre entregas, lo que pone en jaque la producción agrícola tradicional, especialmente en fincas con riego gravitacional.

El impacto será directo en los productores que no cuenten con personal capacitado o con sistemas ajustados al contexto de crisis. Salomón fue claro: en estas condiciones, no será posible regar toda la superficie como en años normales. Por ese motivo, desde la Asociación de Inspecciones de Cauces recomiendan aplicar medidas de uso eficiente del agua, como regar surco por medio, reducir la roturación del suelo y mantener los canales limpios para facilitar el avance del agua. Las sugerencias forman parte de un decálogo disponible en la página de ASIC Primera Zona Río Mendoza.

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Más allá de la coyuntura, el titular de la inspección remarcó la importancia de un plan estratégico de riego, basado en cuatro pilares: infraestructura, manejo, conservación y operación. Esto incluye desde la reparación de compuertas y acequias hasta un manejo más preciso de los turnos y la necesidad de volver a una cultura de riego intensiva, incluso en horarios nocturnos, como se hacía en otras épocas de sequía en Mendoza.

En cuanto a la tecnificación intrafinca, Salomón recordó que existen líneas de crédito blando, tanto del Departamento General de Irrigación como del Consejo Federal de Inversiones (CFI), orientadas a pequeños y medianos productores. Si bien aclaró que no se trata de subsidios, destacó que estas herramientas permiten avanzar hacia sistemas más eficientes, como el riego por goteo, siempre y cuando antes se optimice al máximo el sistema tradicional.

La entrevista también abordó cambios administrativos recientes que facilitan la baja de trámites de riego para usuarios urbanos sin acceso a acequias, a partir de una resolución que simplificó requisitos vigentes hasta hace pocos meses. Además, se mencionaron experiencias en barrios privados de Luján de Cuyo, donde se implementan reservorios y esquemas de riego en bloque para evitar el uso de agua potable en jardines.

La caída del caudal del río Mendoza vuelve a poner en el centro del debate la gestión del recurso hídrico en la provincia. Con menos agua disponible y un verano por delante, el desafío será sostener la producción y el consumo con un uso cada vez más racional y planificado del agua.