Caída de precios, costos en alza y falta de rentabilidad golpean a una actividad clave de Mendoza, que apuesta a la reconversión, el turismo y las exportaciones para sostenerse.
Costos y caída de precios: el durazno mendocino intenta reinventarse
El durazno para industria sigue siendo una de las cadenas productivas más integradas y estratégicas de Mendoza. Así lo expresó Raúl Giordano, presidente de la Cámara de la Fruta Industrializada (CAFIN) y referente de la Federación del Plan Estratégico del Durazno para Industria (FePEDI), en diálogo con el programa Vientos de Campo, conducido por Javier "Mondra" Torres, que se emite por Radio Post (92.1 en el Gran Mendoza y San Martín, 96.9 en Luján de Cuyo y 96.7 en La Paz).
Durante la entrevista, Giordano remarcó que "el durazno para industria es prácticamente el 100% mendocino", una característica que convierte a la provincia en un actor clave a nivel nacional e internacional.
Mendoza concentra casi el 100% del durazno para industria del país y alrededor del 70% de la superficie nacional implantada, en un contexto mundial donde la producción y las hectáreas vienen en retroceso. En ese escenario, Argentina se ubica entre los siete principales productores globales de durazno para industria.
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Actualmente, la superficie cultivada en Mendoza oscila entre 5.000 y 6.000 hectáreas, distribuidas en los cuatro oasis productivos, Este, Norte, Sur y el Valle de Uco, siendo este último el más relevante, con cerca del 40% de las hectáreas y alrededor del 60% de la producción total. Se trata, en su mayoría, de montes envejecidos, con un proceso de renovación lento debido a los altos costos, la baja rentabilidad y la falta de financiamiento adecuado.
En la última campaña, la producción provincial rondó las 105.000 toneladas. De ese total, más de 70.000 toneladas tuvieron calibre apto para conservas, mientras que unas 30.000 toneladas se destinaron a pulpa, principalmente por tamaño. "Son dos destinos industriales claros que marcan la lógica del negocio", explicó Giordano.
Sin embargo, el principal problema del sector hoy no pasa solo por los volúmenes, sino por los números. "Venimos con una situación complicada, con rentabilidad nula o incluso a veces pérdida", admitió el dirigente. En una sola temporada, el precio que recibió el productor cayó hasta un 60%, mientras que los costos siguieron en alza. "Una finca que pagaba 500 mil pesos de electricidad hoy paga más del triple", ejemplificó, una realidad que impacta directamente en las decisiones
Aun así, Giordano insistió en mirar el mediano y largo plazo. "El durazno es una planta que dura entre 10 y 14 años, y la madre tierra no entiende de crisis, entiende que su función es dar frutos", reflexionó, al definir al durazno como "una fruta muy noble y muy rica, que merece que todos hagamos algo por ella".
Frente a este escenario, el sector impulsa un plan estratégico integral para sostener la cadena y relanzar el consumo. Uno de los ejes es volver a posicionar al durazno en la mesa de los argentinos. "Queremos resaltar las propiedades, las características y las cualidades que tiene el durazno", señaló Giordano, al reconocer que el consumo interno "no ha crecido lo que quisiéramos".
Otro pilar clave es la articulación con el turismo y la gastronomía. Entre las iniciativas previstas para 2026 se destacan los "caminos del durazno", la fiesta de la floración y distintos eventos a lo largo del año. "Con una cordillera de fondo, los durazneros y sus flores rosadas, es una postal muy hermosa", describió, comparando la propuesta con la tradicional floración de los cerezos en Japón. La idea es complementar la ruta del vino con un corredor productivo del durazno, especialmente en el Valle de Uco.
La propuesta también incluye experiencias participativas para el visitante. "Desde su cosecha hasta su envasado no demora más de 12 horas y no tiene ningún ingrediente químico que altere o conserve", explicó Giordano, al destacar la calidad del producto. En ese marco, se buscará que los turistas puedan elaborar su propia conserva: "Vamos a invitar a que cada uno pueda hacer su frasco o su lata de durazno y llevárselo".
En materia de mercados, el consumo interno absorbe cerca del 80% de la producción, mientras que el 20% se exporta. El durazno en lata es el producto estrella: solo en 2024 ingresaron alrededor de 20 millones de dólares a la economía mendocina. Actualmente se exporta a México, Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia, países de Centroamérica y Estados Unidos, y el objetivo es duplicar ese volumen, ampliando cupos sin aranceles y sumando nuevos destinos, especialmente para pulpas concentradas.
Toda esta estrategia se articula a través de FePEDI, un esquema de financiamiento y planificación colectiva que reúne a productores, industrias y al Estado provincial. "Es un aporte que sale del propio durazno, lo recauda la Provincia para darle transparencia y vuelve al sector para generar iniciativas", explicó Giordano, destacando inversiones en información climática, capacitación, estadísticas y promoción del consumo.
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