Con un peso apreciado, los argentinos aprovechan para viajar al exterior en plena temporada alta europea. Sin embargo, el boom turístico amenaza con erosionar las reservas del Banco Central, mientras el Gobierno busca sostener el tipo de cambio de cara a las elecciones de octubre.
El dólar barato impulsa un récord de argentinos en el verano europeo
Con un tipo de cambio apreciado, la Argentina experimenta un incremento sin precedentes en la salida de dólares por turismo y compras en el exterior. Según datos recientes del INDEC, entre enero y abril viajaron al exterior casi 6 millones de personas, un 68,4% más que en el mismo período de 2024. En contraste, apenas 2 millones de extranjeros visitaron el país, la cifra más baja de la última década fuera de los años pandémicos.
El fenómeno se explica, en parte, por la posibilidad de acceder a pasajes más baratos y servicios turísticos más accesibles gracias a la relación actual entre el peso y el dólar. Según analistas, este escenario potencia un boom de argentinos en Europa, especialmente en España, y en Estados Unidos, con Miami como epicentro durante junio por el Mundial de Clubes, según publicó Ámbito.
El Banco Central destaca que este modelo de tipo de cambio bajo dispara la importación de bienes, como el emblemático caso del asado brasileño, y facilita el giro de dividendos al exterior. Al mismo tiempo, se intensifica la demanda de divisas para turismo y compras internacionales, generando un déficit en la cuenta de servicios que en abril alcanzó los u$s1.161 millones. Dentro de este monto, los pagos con tarjetas y consumos turísticos sumaron u$s863 millones, según la entidad monetaria.
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El Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, reconoció que parte de esos egresos incluye consumos de e-commerce y suscripciones digitales, lo que distorsiona el impacto real del gasto turístico. A partir de julio, se espera que la balanza turística muestre datos más depurados para reflejar el verdadero peso del turismo en la economía.
Para Federico Glustein, economista consultado por Mendoza Post, el dólar barato "responde más a necesidades electorales que a la sostenibilidad económica". A su juicio, tras las elecciones de octubre, será clave corregir el tipo de cambio y buscar superávit gemelos para cumplir con el FMI y estabilizar las reservas.
Desde el BCRA, remarcan que cerca del 60% de los gastos en turismo se pagan con dólares propios de los clientes, aunque el efecto en las reservas netas continúa siendo negativo. En abril, las operaciones de cambio cerraron con un rojo de u$s2.138 millones, compensando parcialmente el superávit comercial de bienes, que fue de u$s1.200 millones.
Así las cosas, el turismo récord que se anticipa para el verano europeo y el tipo de cambio atrasado podrían tensionar aún más las arcas del Banco Central y el equilibrio macroeconómico argentino. El desafío para el Gobierno será sostener la calma cambiaria sin agotar las reservas antes de octubre y, luego, redefinir el modelo económico de un país que viaja, pero necesita dólares.



