En detalle: esto dice la Declaración de Impacto Ambiental, aprobada en Diputados, sobre el manejo del recurso hídrico de PSJ Cobre Mendocino.
De dónde saldrá el agua para San Jorge y cuánta utilizará
La Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto San Jorge tiene un capítulo clave: el del manejo del agua. Allí se detalla de qué curso se extraerá el recurso hídrico, cuánto se tomará para la operación minera y qué dispositivos se prevén para controlar escurrimientos y efluentes dentro del yacimiento.
Según el resumen ejecutivo del Informe de Impacto Ambiental presentado por PSJ Cobre Mendocino, el proyecto se apoya en una única fuente de agua superficial: el arroyo El Tigre, un curso de montaña permanente que nace en la Cordillera Frontal y cuyo caudal disminuye aguas abajo hasta infiltrarse en el valle.
El documento precisa que el caudal promedio medido del arroyo El Tigre es de 318 litros por segundo, con máximos de 723 l/s en períodos de mayor deshielo y mínimos de 18 l/s en invierno, cuando gran parte del lecho llega a congelarse.
Sobre esa base, los autores del estudio sostienen que el arroyo "tiene los recursos capaces de abastecer las necesidades del proyecto", estimadas en 141 litros por segundo de agua fresca. Es decir, la mina demandaría menos de la mitad del caudal medio histórico registrado en ese punto del curso, en el momento de más exigencia de recurso hídrico.
El área donde se emplaza San Jorge pertenece a la cuenca de la ciénaga de Yalguaraz, un humedal de altura donde terminan las aguas que drenan desde el arroyo y otros aportes de la zona. El informe hidrológico e hidrogeológico, consolidado por la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), concluye que la extracción de agua para la mina se traduciría en una reducción del 8% en la recarga hacia la ciénaga de Yalguaraz, en relación con el flujo natural que hoy llega al humedal.
El documento también remarca que, en condiciones naturales, las aguas de la cuenca "se evapotranspiran" en la ciénaga debido a la baja profundidad del nivel freático y a la surgencia de aguas subterráneas, lo que genera tasas altas de evaporación.
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Cuánta agua usará San Jorge y cómo se distribuirá
La demanda hídrica del proyecto se fija en esos 141 l/s de agua que se derivarán del arroyo El Tigre hacia un acueducto. Ese ducto alimentará un reservorio de 50.000 metros cúbicos, desde el cual el agua se distribuirá a dos grandes destinos: la planta de procesos (donde se tritura y se concentra el mineral) y el sistema de potabilización para abastecer al campamento y las oficinas.
Además del aporte directo desde el arroyo, el esquema de la DIA se basa en un fuerte circuito de recirculación interna. El informe explica que el agua usada en la planta se recuperará a través de los espesadores de concentrado y de colas de flotación, y del filtro de concentrado. Ese caudal retornará a la pileta de agua de proceso y se reutilizará, con el objetivo de reducir al máximo la demanda de agua fresca.
Por otra parte, uno de los puntos sensibles del debate es qué pasará con el caudal ecológico del arroyo El Tigre. La línea de base limnológica identificó una especie indicadora, el pez M. irarrazavalli, y simuló los caudales mínimos necesarios para mantener su hábitat.
De acuerdo con ese estudio, el caudal mínimo necesario para el desarrollo de la especie se ubica en torno a 0,15 m³/s (150 l/s). El informe señala que el caudal medio mensual medido en el aforador del arroyo es de 0,300 m³/s (300 l/s) y que, incluso en el mes de menor aporte (0,196 m³/s), el caudal imprescindible para la especie desciende a 0,1 m³/s (100 l/s).
Con esos datos, la empresa sostiene que sería posible extraer agua para el proyecto sin comprometer el caudal ecológico, siempre que se respeten los límites definidos por el estudio hidrológico y se mantenga un volumen mínimo circulando por el cauce.
Qué pasa con las aguas "contactadas"
Más allá de la toma directa del arroyo, la DIA dedica varias páginas a explicar cómo se manejarán las aguas que entren en contacto con la operación minera, es decir, aquellas que podrían arrastrar sedimentos o sustancias vinculadas al proceso.
El documento identifica como "aguas contactadas" a la escorrentía que cae sobre el depósito de colas, las escombreras (donde se apilarán estériles, mineral de baja ley y óxidos) y las áreas de planta donde puedan producirse derrames de pulpa, colas de flotación, concentrado o reactivos.
En el caso del depósito de colas, las aguas de lluvia que caigan directamente sobre la superficie se conducirán por un canal interno para que fluyan en forma controlada hacia el sector alto, donde se favorecerá su evaporación y se las mantendrá alejadas del pie de apoyo de la berma. Las precipitaciones que escurran desde los taludes laterales se recogerán en un canal perimetral interno, que deriva a una pileta de colección de aguas superficiales contactadas ubicada fuera del depósito. Desde allí, ese líquido se impulsará nuevamente "aguas arriba" para su evaporación controlada.
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En la planta de procesos y en la tubería que lleva las colas al depósito, cualquier agua pluvial que se mezcle con posibles derrames será conducida por canales hacia dos piletas de contingencia. Esa agua se monitoreará y, según la calidad, se enviará al depósito de colas o a la planta de procesos para su reutilización.
El diseño también incluye sistemas de subdrenaje bajo el depósito de colas y las escombreras: tuberías perforadas que, en caso de captar agua subterránea a un metro de profundidad, la conducirán a piletas específicas donde se analizará su calidad antes de dejarla evaporar.
Sin cianuro, ácido sulfúrico ni mercurio
En cuanto a la calidad del agua, la empresa remarca que el proceso metalúrgico se basa en flotación y que no usará cianuro, ácido sulfúrico ni mercurio, sustancias expresamente prohibidas por la Ley 7722 para la minería metalífera. El informe recuerda que la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró inconstitucional la parte de la norma que hablaba de "otras sustancias tóxicas similares" en el caso específico de San Jorge, pero subraya que esos tres reactivos siguen vetados y no forman parte del diagrama de proceso.
Los reactivos previstos son los típicos de la industria de flotación (floculantes, tensioactivos y colectores), que se utilizan en circuito cerrado y cuyas aguas se recirculan al máximo, según el esquema que aparece en la DIA.
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