Con la consolidación del e-cheq, el titular del BCRA confirmó que se avanza hacia su implementación exclusiva.
El Banco Central avanza hacia la eliminación total del cheque en papel
El Banco Central avanza decididamente hacia la desaparición definitiva del cheque en papel. La sustitución total por el e-cheq -su versión electrónica- ya es una intención explícita del propio presidente del organismo, Santiago Bausili, quien confirmó la medida en redes sociales ante la consulta de un usuario.
"Hacia allá vamos", respondió Bausili en X cuando le pidieron implementar la eliminación de los cheques físicos. El comentario acompañó un mensaje del economista Lucas Llach, quien mostró un gráfico del explosivo crecimiento del uso del e-cheq y calificó el fenómeno como una "revolución silenciosa y contundente".
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Un proceso que ya estaba en marcha
No se trata de un anuncio aislado. En agosto, cuando se presentó el cheque electrónico en dólares -que no contará con versión en papel-, Bausili había adelantado que la idea oficial era llevar al sistema financiero hacia un esquema completamente digital, también para las operaciones en pesos.
"El cheque es un instrumento financiero muy importante porque es un título ejecutivo", explicó entonces, señalando que su fuerza legal se mantiene intacta en el formato electrónico.
En paralelo, el Banco Central rehabilitó las cuentas corrientes en dólares e instruyó a los bancos a adaptar sus sistemas informáticos antes del 1° de diciembre, plazo límite para que las entidades puedan operar plenamente con estos nuevos instrumentos.
Durante este período de adecuación, el BCRA espera que los bancos realicen las inversiones necesarias para garantizar seguridad, interoperabilidad y eficiencia. También las cámaras de compensación deberán actualizar sus procesos para manejar operaciones en dólares.
Las cifras confirman el impulso. Según los datos más recientes del Banco Central, correspondientes a octubre, los e-cheqs representaron el 58,9 % de los documentos compensados en cantidad (3,1 millones de operaciones) y el 81,8 % en montos, por un total de $16,6 billones.
La adopción es notable si se compara con la situación de dos años atrás, cuando el e-cheq alcanzaba el 40,6% de los documentos y el 65,4% del monto operado. La aceleración muestra que las empresas -especialmente las pymes- reaccionaron rápido a los beneficios del formato digital.
Uno de esos beneficios es la reducción drástica de rechazos por errores materiales, un problema habitual en los cheques escritos a mano. Una palabra o cifra mal escrita puede invalidar un cheque aun cuando los fondos estén disponibles. Cada rechazo implica costos financieros y operativos que las compañías buscan evitar.
Otra ventaja clave que consolidó al e-cheq es su facilidad para ser negociado en el mercado de capitales, lo que lo convierte en una herramienta relevante para el financiamiento de micro, pequeñas y medianas empresas. La negociación remota, sin necesidad de trasladar documentos ni revisar firmas manualmente, reduce costos y agiliza procesos.
El formato electrónico tampoco tiene límites de endoso y permite una trazabilidad completa: el emisor puede conocer en todo momento quién es el tenedor del documento.
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