Según The Wall Street Journal, el ministro Luis Caputo y el secretario del Tesoro norteamericano Scott Bessent mantienen conversaciones para incluir facilidades a empresas estadounidenses en la explotación de uranio argentino, como parte del acuerdo económico que impulsa el gobierno de Donald Trump.
Argentina negociaría con EE.UU. mayor acceso al uranio a cambio de respaldo
En el marco de las negociaciones por la asistencia financiera de Estados Unidos a la Argentina, el The Wall Street Journal (WSJ) reveló que el acuerdo podría incorporar un componente estratégico: mayor acceso de empresas norteamericanas al uranio disponible en el país.
La propuesta, según fuentes citadas por el medio, forma parte de las conversaciones que el ministro de Economía Luis Caputo mantiene con el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, en el contexto del plan de apoyo financiero impulsado por la administración de Donald Trump.
El WSJ enmarcó esta iniciativa dentro de la política de Washington para contener la influencia de China en América Latina, particularmente en sectores vinculados a los recursos naturales y estratégicos, donde la potencia asiática ha expandido su presencia en los últimos años.
"Los funcionarios de la administración están tratando de contrarrestar la influencia de Beijing alentando a los líderes de la Argentina a llegar a acuerdos con empresas estadounidenses", publicó el diario, que cita a fuentes con conocimiento directo de las negociaciones.
El interés de Washington se centra en fomentar proyectos de infraestructura, telecomunicaciones y minería, con especial atención en los minerales críticos, como el litio y el uranio, que resultan esenciales para la industria energética y la defensa.
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En línea con esta estrategia, el propio Bessent declaró recientemente que "estabilizar a la Argentina es América primero", una frase que resume la visión geopolítica del gobierno republicano: fortalecer aliados regionales para garantizar la supremacía económica de Estados Unidos frente al avance chino.
El The Wall Street Journal advierte que, si se concreta este esquema, Washington no solo obtendría una ventaja comercial clave, sino también una posición geopolítica privilegiada en el Cono Sur.
La movida podría marcar un nuevo capítulo en la competencia entre Estados Unidos y China por el control de los recursos estratégicos de América Latina, con Argentina como escenario central de ese pulso global.
